Roberto Fernández, dirigente de la UTA, afirmó que lo que ocurre en el AMBA este lunes no responde a un paro sino a una «retención de tareas» iniciada por «un grupito que juega para ellos» y que luego cruzó los coches impidiendo el ingreso a la empresa. «Hay actitudes medio mafiosas», aseguró, relacionadas con el reclamo de esa empresa al Gobierno porque el viernes no pagó a tiempo el subsidio. También cuestionó el tamaño del Grupo DOTA: «Habría que ver por qué DOTA tiene semejante monopolio».
El secretario general de la UTA, Roberto Fernández, salió a hablar tras la sorpresiva situación con la que se encontraron bonaerenses y porteños esta mañana: las líneas de colectivo de la empresa DOTA no circulaban.
Según afirmó el dirigente en conversación con Radio con Vos, un grupo de trabajadores de la empresa realizó desde anoche una «retención de tareas» que afecta actualmente a unas 50 líneas de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Pero la medida de fuerza se habría acordado entre este grupito opositor y el gigante empresario que el viernes pasado debía cobrar parte del suculento subsidio que recibe todos los meses.
«Vamos a dejar en claro que no es un paro. Un sector de trabajadores del grupo DOTA anunció retención de tareas. Reclaman un salario que el Gobierno nos debe a todos del acuerdo que hemos hecho de enero a julio.», confirmó Fernández.
«Lo sorpresivo de todo esto es que todos los trabajadores han retomado el servicio y el empresario cerró las instalaciones con colectivos cruzados. Hay actitudes medio mafiosas», deslizó el sindicalista.
«Lo que los trabajadores reclaman es correcto. El Gobierno debía poner la plata el 24 de febrero y hasta la fecha no ha pagado.», confirmó pero agregó que «todas las demás cámaras aceptaron que el lunes el Gobierno iba a a buscar la manera de poner esa plata para los trabajadores pero sorpresivamente hoy este grupo no le dio lo coches a los trabajadores y un grupito, que juega para ellos, cruzó los coches y no los podemos sacar.» Es decir, ya se había acordado con las cámaras esperar unos días y el Gobierno se había comprometido a resolverlo pero DOTA no esperó.
Fernández se quejó porque la empresa recibe suculento subsidio y por consiguiente sostuvo que debe tener una previsión para poder cumplir con el pago de los salarios en tiempo y forma. «También habría que ver por qué DOTA tiene semejante monopolio. Cobra 7.000 millones de pesos mensuales, mirá si no va a poder sostenerse un par de días y pagar de su propio peculio», cuestionó Roberto Fernández. «Estos señores aprovechan», concluyó.