Con un índice del 61%, en Rosario el empleo en negro en el sector gastronómico más que duplica el que afecta al total de los asalariados, que llega al 29%. El dato surge de las 334 inspecciones realizadas por el Ministerio de Trabajo provincial durante los primeros nueves meses del año, cuando se detectó que 1.384 empleados de bares y restaurantes en la ciudad, sobre un total 2.255 relevados, no tenían su ocupación registrada.
Tras la intervención de la cartera laboral, de esos trabajadores informales 554 ya se lograron blanquear.
Las cifras, divulgadas tras una reunión que el titular del área, Julio Genesini, mantuvo ayer con representantes del gremio, «representan un universo importante y un esfuerzo en la tarea de inspección en conjunto con el sindicato de gastronómicos porque tenemos unos 9 mil trabajadores registrados en este rubro que comprende comida, restaurantes y hotelería», dijo el funcionario.
Aun así, los registros distan de sorprender: la informalidad en el sector es «histórica», admitió Genesini, fragilidad que comparte con otras actividades como el empleo doméstico y la construcción.
El ministro se encargó de aclarar, sin embargo, que el 61% de empleo informal detectado por las 334 inspecciones tampoco puede extenderse sin más al sector en su conjunto, ya que muchas de las visitas que el ministerio realiza a los locales gastronómicos se originan en denuncias ante situaciones irregulares, tanto del gremio, como de empleados individuales o anónimas. Otras se hacen de oficio.
Pero incluso considerando esa tendencia de larga data, al menos estos primeros nueve meses de 2014 reportan más trabajo en negro en el rubro gastronómico que todo el 2013, cuando el índice detectado para la actividad fue del 52%.
Siguiendo con las comparaciones: el año pasado la regularización de los empleados gastronómicos en negro, una vez detectados, alcanzó el 66%, mientras que esta vez el blanqueo post-inspecciones fue sólo del 40%.
El trabajo en negro en los bares y restaurantes de la ciudad, del 61%, representa más del doble que el trabajo en negro en general.
Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), durante el segundo trimestre del año el aglomerado Rosario mostró un índice de 29% de empleo no registrado, 3,5 puntos por debajo de igual período de 2013 y un punto abajo de los primeros tres meses de 2014. En números absolutos eso significa que la región posee 130.262 personas en relación de dependencia, pero que no están registradas.
El sector de turismo, hotelero y gastronómico concentra en la provincia al 2,75 de los asalariados privados. En el Gran Rosario emplea a casi 9 mil trabajadores, lo que representa el 67% de los 13.200 que ocupa la actividad en toda Santa Fe.
Todo ese universo formó parte de la agenda abordada ayer por el ministro y su equipo con las autoridades de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de Rosario (Uthgra). Un tándem no casual, ya que con frecuencia el monitoreo se hace en conjunto.
Según explicó Genesini luego a LaCapital, como se sabe que el sector presenta «siempre una alta tasa de informalidad», los controles «son metódicos, se incrementan año a año y muchos se concretan junto al gremio».
El objetivo de las inspecciones es doble: tender a una progresiva regularización y sancionar a los infractores.
Según el secretario general del sindicato local, Sergio Ricupero, a la mayoría de los trabajadores en negro detectados se los logra «insertar en el mercado formal». El dirigente también elogió el sistema que utiliza el ministerio para monitorear las plantas de personal de la empresas: si bajan, dijo, «sin necesidad de denuncia» se las visita «de oficio».