El Sindicato de Empleados de Minoridad y Educación (SOEME) lanzó una credencial personal para sus afiliados que les permitirá obtener descuentos y beneficios en los comercios adheridos. Con cada compra el afiliado reciba un descuento en el acto y, además, suma puntos, los cuales son equivalentes a dinero real para futuras compras.
El ejemplo del SOEME, que se visibilizó en las últimas semanas, sirve para graficar una modalidad alternativa que adoptan cada vez más organizaciones sindicales. Se trata de un método para apuntalar el salario, en el contexto de retracción general de los ingresos en el país.
Las tarjetas, que ya circulan también en varias seccionales de gremios peso pesado en el interior del país como UOM, UPCN, Sanidad y ATE, entre muchos otros, buscan aportar salario indirecto a los empleados y ayudar a sostener el poder adquisitivo de los salarios. En la práctica sirven para ponerle un dinero extra, disponible para el consumo, a los afiliados.
Los especialistas sostienen que «es una forma de aplicar las nuevas tecnologías en la gestión para lograr una mayor transparencia para los afiliados, no sólo en la administración sino en la gestión y ejecución de las políticas sindicales”.
Además de ser una herramienta de ahorro financiero, las tarjetas suelen convertirse en una pieza clave para el control y la transparencia de la actividad gremial. Sirven para validar compras en farmacias, por lo que aportan a la regularización de las obras sociales, y los ingresos en los espacios propiedad del sindicato.