“Es un piso que bienvenido sea que acá en Argentina lo podemos tener, y hace once años que lo estamos discutiendo. Hasta el 2003 estuvo clavado en $ 200, hasta que llegó Néstor Kirchner a la Presidencia”, señaló.
En diálogo con radio La Red, el sindicalista explicó que la nueva referencia salarial “solo afecta a 150 mil trabajadores de los 9 millones que hay en el país”, aunque admitió que para vivir “dignamente” se necesita “arriba de 8.500 pesos”.
“Dignamente, arriba de 8.500 pesos, sin tirar manteca al techo”, subrayó.
Lo curioso es que el martes pasado, el gobierno nacional, sindicalistas y empresarios habían acordado en llevar el salario mínimo, vital y móvil de $ 4.716 a $ 5.558, desde agosto, y a $ 6.060, desde enero, lo que implica un incremento de punta a punta del 28,5 por ciento.
El organismo tripartito convino luego de varias horas de debate un nuevo ingreso mínimo de 6.060 pesos, a abonarse en dos cuotas.
Incluso el líder de la CGT se había mostrado conforme a la salida de esa reunión. Consultado por la prensa, exhortó al próximo gobierno a mantener “estas instituciones, lo conquistado y mejorar lo que haya que mejorar”, a la vez que exaltó la tarea de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner a partir del “trabajo generado y la inclusión social”.
“No hubo ministro de Trabajo en la Argentina que haya durado doce años”, concluyó Caló, 24 horas antes de semi (cuestionar) el monto mínimo acordado.
Por otro lado, Caló adelantó también que hay “conversaciones” para reunificar la CGT a partir del 10 de diciembre, cuando asuma el nuevo Gobierno.
“Estamos tratando con otros compañeros cómo podemos tener una CGT unificada. No estoy en ese diálogo, otros compañeros están hablando. El otro día hicimos la mesa Scioli presidente, y vinieron compañeros que están en otra CGT”, señaló.