Cómo un mecanismo de relojería previamente acordado, luego que la sesión de diputados entrara en un cuarto intermedio para -según el Presidente de la Cámara Emilio Monzó- «tranquilizar la situación que sucedía afuera del recinto» la infantería de la Policía Federal y otras fuerzas que de pronto surgieron sobre las laterales de la Avenida Rivadavia, acometieron contra las columnas de manifestantes que copaban Av. de Mayo desde Luis Saenz Peña hacia la 9 de julio y empezaron a lanzar indiscriminadamente gases lacrimógenos para desconcentrar a la multitud y así garantizar una suerte de «tranquilidad» para que la sesión pueda continuar.
Escenas de tensión se vivieron sobre la Av. de Mayo llena de gases y llevaron a la movilización a una desconcentración caótica que en este momento se dispersa por la avenida 9 de julio.
Fue muy notoria la presencia de infiltrados cerca de las columnas de las organizaciones sociales, sobre todo la CTEP, que hacia las 15 hs se agruparon sobre un costado de la calle Hipólito Yrigoyen y empezaron los disturbios que dieron origen a las corridas.
Una jornada de vergüenza para el oficialismo que se apresta a conseguir la ley pedida por el Presidente Macri a fuerza de aprietes, infiltrados y represión.