La compleja situación que afronta SanCor Cooperativas Unidas Ltda., la principal industria láctea del país, preocupa al gremio de la actividad. Es que uno de los sectores involucrados y que padecerán la suerte que correrá SanCor es el de los trabajadores. Con 4 plantas que van al cierre, Brinkmann, Coronel Charlone, Centeno y Coronel Moldes, la crisis se agudiza.
Se trata de unas 500 cesantías, en lo que podría ser el inicio del derrumbe del gigante lácteo. Por ello, también la rama lácteos del Sindicato de Camioneros inició desde las 0 de hoy una huelga que es el puntapié inicial del plan de lucha para sostener los puestos de trabajo en riesgo.
Héctor Ponce, el secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina (ATILRA), organización a la que dirige desde la seccional Sunchales, base histórica de la Cooperativa, habló y se inclinó por una venta parcial o total a una empresa multinacional del sector lácteo.
Ponce aseguró que él mismo tuvo entrevistas formales con industrias extranjeras interesadas en invertir en SanCor pero advirtió que tales acuerdos sólo serán posibles si SanCor cede el management de la cooperativa.
“A esto hay que darle un corte definitivo”, planteó ante un canal local de Sunchales. “No somos antisistema, ni somos irracionales. Sabemos el comportamiento de las empresas locales e internacionales, analizamos los escenarios del país y del mundo, cómo influyen los marcos económicos. Lo hacemos siempre. Y hay gente que por favorecer a determinados sectores opina de una determinada manera y lo único que logra es hacer muchísimo daño. Nosotros pensamos en el colectivo de la actividad lechera, no sólo en los trabajadores sino también en los productores, en los proveedores, en los consumidores y en la región”, enfatizó también.
Para Ponce lo que ocurre en SanCor con «el retraso de los pagos, no cumplir con las deudas, retrasarle el pago a los tamberos que están atravesando una situación muy crítica, son las peores señales».
«Hay interesados en SanCor, tenemos la certeza de que es así porque nos hemos ocupado y gente de multinacionales lácteas han hablado con nosotros. Están interesadas en comprar todo o una parte o de establecer distintos tipos de alianzas estratégicas que le permitirían a SanCor salir adelante», explicó el gremialista y relató que le garantizaron la continuidad de los puestos de trabajo.
El temor del derrumbe de SanCor no es menor. Por estos momentos la firma le paga el salario en cuotas a sus más de 4 mil empleados, lo que sumado a los problemas financieros dejan traslucir un futuro negro. La caída de la firma tendría un costo social altísimo y un impacto devastador para las economías regionales.