El secretario general de la Unión Ferroviaria (UF), Sergio Sasia, aseguró que «el movimiento obrero y los trabajadores contribuirán con la responsabilidad de siempre de garantizar la gobernabilidad y la preservación de los derechos adquiridos y logrados en los últimos años», aunque señaló su «preocupación y expectativa» ante «el proceso inflacionario y los desmedidos incrementos de precios».
En un reportaje con Télam, Sasia aseveró que «no estamos ni quietos, ni mansos » sino «preocupados y expectantes» ante esa situación, que impacta de manera decidida sobre «el poder adquisitivo de los trabajadores, al igual que los aumentos energéticos y de los alquileres, entre otros», porque ello conlleva «incertidumbre» para «el futuro del contexto económico, en especial a los trabajadores y a los sectores más vulnerables».
«También se observa con preocupación, aunque en la actividad ferroviaria no ha ocurrido, los despidos producidos en la administración pública y en el sector privado. No defenderemos a ñoquis que no trabajan, pero existen metodologías y normas para determinar fácilmente quién cumple o no tareas. No compartimos ese tipo de cesantías y de achicamiento. Todo lo contrario», enfatizó.
Al referirse a las negociaciones paritarias, Sasia explicó que en «el sector ferroviario aún no comenzaron», aunque expresó que según los índices del Centro de Estudios e Investigaciones de la Unión Ferroviaria «se proyecta hoy una inflación de más del 30 por ciento, por lo que no puede acordarse por debajo de ese índice, aunque el gremio no descarta un desdoblamiento de la convención colectiva».
Tras la primera reunión entre el presidente Mauricio Macri y jefes sindicales de las tres CGT, ocurrida el jueves último, Sasia dijo que su gremio «continuará evaluando la marcha de la economía nacional para posicionarse en la paritaria. Pero no está de acuerdo que en esa negociación se mezcle el tema del impuesto a las ganancias, sobre el que debe realizarse una profunda y clara reforma, contemplando el aumento del mínimo no imponible y el cambio total de las escalas para que paguen solo quienes deben hacerlo», dijo.
El dirigente añadió que la Unión «no irá a una negociación reclamando un porcentaje de aumento salarial y aceptando como parte de esa mejora el tributo a las ganancias», y subrayó que ese impuesto tampoco puede abarcar «bonificaciones especiales y particulares como horas extras, viáticos y feriados trabajados».
Sasia ratificó que un sector del movimiento obrero ya presentó a diputados de extracción sindical una iniciativa para que se debata en el recinto y explicó que mucho más que ganancias preocupa, entre otras cosas, «el elevado guarismo de trabajo no registrado o en negro, por lo que es indispensable reforzar los controles para evitar ese flagelo».
«También hay que apuntar a lograr el 82 por ciento móvil. Ello no se resolverá de un día para el otro, pero debe integrar la agenda de discusión y no tiene que aplicarse sobre el salario mínimo, vital y móvil sino sobre el haber de la actividad específica», opinó.
El sindicalista aseguró que los números administrados por la Unión «no reflejan la posibilidad de un guarismo inflacionario de entre el 20 y 25 por ciento anual, aunque es el deseo de todos que el gobierno pueda controlar la inflación y que con el transcurrir de los meses se corrija», por lo que advirtió que «este año las paritarias no serán sencillas»; y no descartó un desdoblamiento a partir de «la incertidumbre de cara a los próximos meses».
El dirigente también indicó que habrá que evaluar el contexto y explicó que la paritaria ferroviaria está vigente hasta junio próximo, a la vez que señaló su «esperanza» de que no continúen «los aumentos desmedidos», porque entonces deberá analizarse la posibilidad de anticipar la apertura de la «negociación».
«La carne, por ejemplo, bajó un 17 por ciento en Liniers, pero eso no se reflejó en los negocios. Preocupa mucho, por ejemplo, la realidad en el sector textil a partir de la flexibilización de las importaciones que puede producir una fuerte pérdida del empleo, ya que está ingresando gran cantidad de materia prima e indumentaria. Ello atenta contra la industria nacional, la producción y el mercado interno, lo que provocará indefectiblemente el achicamiento de los puestos de trabajo», dijo.
Sasia observó un marcado aumento porcentual de importaciones en enero último respecto del mismo mes del año anterior, «lo que resulta extremadamente preocupante para la industria textil».
«Ante esa situación, el movimiento obrero debe posicionarse de forma conjunta y solidarizarse con los trabajadores de las actividades más pequeñas. Porque no hay gremios grandes o chicos sino compañeros trabajadores en difícil situación. No solo debemos hablar, sino estar expectantes para de ser necesario adoptar las acciones pertinentes en cada una de las actividades. Todos tienen que acompañar esa lucha, como en la industria textil, el vestido y otros lugares, si la situación se profundiza e impacta en el empleo», añadió.
Sasia adelantó que «si no se acomoda el rumbo de algunas cosas y continúa el aumento de precios y servicios esenciales el gran problema a resolver no será la pérdida del poder adquisitivo como consecuencia de la inflación sino la defensa del salario ante la caída del empleo, lo que preocupa mucho y es algo que ya vivimos».
En ese sentido, señaló que en verdad eso preocupa porque «el ajuste salarial proviene de la tasa de desempleo y no de una problemática financiera, es decir, hoy hay temor a la pérdida del poder adquisitivo por la inflación, pero lo de fondo será a futuro la defensa del salario ante la caída del empleo. Eso se evita con una política de Estado orientada a fortalecer la industria nacional y el mercado interno con un modelo de producción» propia.
«No voy a ser crítico de un gobierno asumido hace 60 días porque somos y seremos siempre responsables y coherentes. Se analizarán las políticas económicas y de Estado de forma gradual. Es cierto que no es posible resolver en dos meses todos los problemas, pero sí preocupa y no se esperaba esta aceleración de los precios, ni la transferencia de los sectores más humildes y medios a los más concentrados, que está impactando sobre los trabajadores y los más vulnerables» .
«Deberían generarse medidas que beneficien a esos sectores», concluyó.