Hasta recibir los telegramas o cartas documento confirmando los despidos que hasta el momento fueron informados de palabra, los empleados de Induspol –la última empresa que cerró sus puertas en Junín- se siguen nucleando al frente de la fábrica, ubicada sobre Ruta 7.
Se trata de 37 operarios que quedan sin trabajo, tras la decisión de la patronal de cerrar las puertas el último día del mes de noviembre.
Rubén Moyano, dirigente gremial de los empleados del sector de plásticos, señaló en declaraciones al diario La Verdad que “estamos en el cierre definitivo de las dos empresas, que es lo que nos dijeron en la última audiencia que tuvimos en el Ministerio de Trabajo. Esto se iba a comunicar por telegrama a los compañeros, pero se encontraron con una nota pegada en la puerta y firmada por dos socios, Regés y Ravazzano. Eso no corresponde, sino una carta documento comunicando el despido, así pueden rechazarla porque la empresa invoca un artículo para pagar menores indemnizaciones. Además, podrían gestionar el subsidio de desempleo”.
“Así que al no tener esto ni ser oficialmente despedidos, siguen dependiendo de la empresa aunque la patronal anunció el cierre de las dos firmas”, explicó el gremialista.
Moyano alertó también: “Lo de la nota es un posible engaño a los trabajadores, así que les dije a los delegados que se hicieran presentes, porque es una metodología que no corresponde y puede ser una trampa”.
Por otra parte, el dirigente plástico contó sobre las indemnizaciones y sueldos atrasados que es una “situación complicada, porque los dueños dicen que no tienen dinero. Pero creo que también están mal asesorados. Lo único concreto es que los chicos están en el aire, son 37 familias que se quedan sin trabajo”.