El Ministerio de Trabajo dispuso ayer, martes, que los choferes de la línea de 60 que fueron despedidos retornen a sus tareas normales. Además, pidió a los trabajadores el cese de las medidas de fuerza al menos por 48 horas, para intentar destrabar el conflicto de forma definitiva.
Los trabajadores también denuncian una mala utilización de los subsidios, equivalentes a 95 mil pesos por colectivo, que el Gobierno le da a la empresa. Mario Molina, uno de los delegados de la línea, dijo que la medida de fuerza «es también por la mala utilización de los subsidios del Estado por parte de la empresa».
En declaraciones a Radio América, sotuvo: «Aunque esto no nos gusta, esta situación no se puede sostener. Las liquidaciones de sueldos están mal y hay persecución por parte de la empresa a compañeros delegados. La empresa no saca colectivos a la calle, el pasajero viaja mal y el que termina sufriendo es el colectivero porque viaja con los coches abarrotados».
En las últimas horas, los choferes prestaban servicio sin cobrar boleto. Durante éstas 48 horas de interrupción de las protestas, el Ministerio de Trabajo se reunirá con los representantes de la empresa Monsa y tratará de mediar para encontrar una salida definitiva a la situación.