La conducción nacional del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), que lidera Ricardo Pignanelli, desmintió de forma categórica que el gremio pertenezca al Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), a la CGT, a cualquier otro espacio y al sector político de Florencio Randazzo, y desautorizó al dirigente del sector Oscar Romero por procurar ostentar «esa representación».
La conducción nacional negó de forma enfática las versiones según las cuales la organización gremial está vinculada o pertenece al espacio político de Randazzo, candidato a senador nacional bonaerense por el Frente Justicialista «Cumplir», y embistió contra Romero por pretender asumir «esa representación».
«La actualidad política se alimenta lamentablemente más de trascendidos que de verdades y, como señala el dicho, el que calla otorga. El Smata está obligada a informar a sus trabajadores y a la población que no tiene ninguna vinculación con el espacio de Randazzo y, mucho menos, a partir del señor Romero», dijo.
Los dirigentes sindicales explicaron en un comunicado que Romero -integrante del consejo directivo- incurre en «un grave error al permitir que se lo vincule como representante del Smata en el MASA, al que el sindicato no pertenece, como tampoco a la CGT o a ningún otro espacio gremial», y añadieron que la entidad «no es independiente y solo pertenece al Movimiento Nacional de Unidad Automotriz Lista Verde, con convicciones claras y objetivos trazados».
«La responsabilidad de la conducción, que no se somete ante nadie, es el bienestar de los mecánicos. El sentido de pertenencia de los trabajadores lo avala. Los gobiernos pasan y las instituciones quedan. El Smata no fue aplaudidor antes y no es obsecuente ahora. Tampoco promete emprender batallas que luego no se concretan y menos luchas para salvar ropas políticas. No nos sentimos mejores ni peores que nadie. Traccionamos política en los espacios que pueden ser los mejores para los mecánicos y la Nación», sostuvo.
El Smata también subrayó que el gremio negocia con «el gobierno de turno para hallar soluciones a los problemas de la industria, sin anteponer el que dirán de una foto al bienestar de los trabajadores, sin perder la esencia peronista y honrando esa doctrina», a la vez que aseveró que «la intención no es ofender o agredir a nadie, aunque no es posible soslayar que desde hace unos meses se reitera en varios medios la supuesta activa participación del Smata en el randazzismo y el MASA y la representatividad del sindicato en la figura de Romero».
«Todo ello es totalmente falso. El que calla otorga y, por lo mismo, la conducción del Smata no puede callar», concluyó el documento de la conducción nacional.
La disputa entre Romero y Piganelli se disparó cuando el primero empezó a especular sobre sus chances de quedarse con el sillón de secretario General del gremio, para el que Pignanelli está formando a su hijo.