La autopista Riccheri, importante Acceso a la Ciudad de Buenos Aires y puerta de entrada al país desde el Aeropuerto Ezeiza, apareció durante la mañana de ayer empapelada con afiches y pasacalles que demuestran que se terminó la paciencia de los peajistas.
Es que en las cabinas como en sus puentes, se señala a Javier Iguacel, acual Director de Vialidad Nacional, como el «responsable de dejar 2500 familias en la calle».
Se trata del explícito fracaso de las negociaciones que el funcionario, en representación del Gobierno Nacional, venía manteniendo con el SUTPA, sindicato que agrupa a los peajistas, para salvaguardar los puestos de trabajo de sus afiliados en los Corredores Viales Nacionales que serán licitados próximamente con el polémico método PPP.
Desde el Sindicato ya había manifestado en reiteradas ocasiones que existe la posibilidad del levantamiento de estaciones de Peaje, hecho que dejaría en la calle a cientos de familias una vez que se hayan adjudicado estos Corredores y redundaría, también, en la eliminación de los servicios a los automovilistas.
También, a través de sus comunicados y las declaraciones de los dirigentes del Sutpa en distintos medios, se señaló la intencionalidad de Vialidad Nacional y puntualmente su responsable Iguacel, de avanzar sobre la actividad de peaje. La misma engloba no sólo a los cajeros que trabajan en las cabinas de cobro, sino al personal que presta su servicio a los usuarios que transitan por estos corredores como Seguridad Vial, Balanzas, Atención al Usuario, etc.
Para el gremio, el avance de esta situación implica 2500 despidos y exponer a un riesgo potencial a los millones de usuarios que utilizan las rutas cada día. Todo indica que los afiches son sólo el inicio de un conflicto que crecerá con el correr de los días.