Ayer comenzaron las paritarias del Sindicato de Choferes de Camiones y no fue un inicio como cualquier otro. Tanto hay en juego que el propio Hugo Moyano convocó a la cita a los secretarios generales de todas las seccionales para que estén presentes y sean partícipes del evento.
El pedido del sindicato fue ambicioso y consistió en «un aumento salarial del 40% y un plus del 20% por “profesionalidad” sobre los básicos». Los representantes empresarios, sorprendidos por el reclamo pero acostumbrados a tratar con los Moyano, rápidamente informaron que no están en condiciones de afrontarlo.
Lo que sucede es que la idea del líder camionero, que antes de dar el puntapié inicial desató conflictos en la rama de alimentos y bebidas y volvió a los bloqueos en Techint, es ir a un paro nacional de Camioneros que lo diferencie del sindicalismo oficialista.
Moyano buscará tensar las charlas ca través de su herramienta preferida para esos casos Pablo. Su idea es, luego de un paro importante, mostrar que su capacidad de presión sigue intacta y que sus representados son quienes mejores condiciones consiguieron en un año en que las paritarias raramente le ganan a la inflación.
La semana próxima los empresarios acercarán una oferta, que el gremio rechazará y será el primer paso en los planes de Hugo Antonio.