
El secretario gremial de La Fraternidad Sebastián Maturano cuestionó la decisión de la UTA de no adherir a la medida de fuerza y consideró que, como parte de la CGT, el gremio de colectiveros debía actuar con mayor organicidad.
El secretario gremial del sindicato La Fraternidad, Sebastián Maturano, expresó duras críticas a la Unión Tranviarios Automotor (UTA) por no sumarse al paro general impulsado este jueves por la Confederación General del Trabajo (CGT). En declaraciones a radio AM 750, el dirigente consideró que la postura de la UTA debilita la unidad sindical y no responde a la lógica de una organización confederal.
“Cuando uno es parte de la CGT, tiene que ser orgánico”, afirmó Maturano, quien señaló que la excusa de la conciliación obligatoria fue solo una salida formal: “La conciliación era por las paritarias de ellos. Pero esta medida no era sectorial, era por el salario de los jubilados, por la industria nacional, contra el ajuste y el FMI”.
El dirigente ferroviario valoró la contundencia del paro, aunque reconoció que la no adhesión de los colectivos restó visibilidad en las calles. “Obviamente que repercute, pero los colectivos no estaban llenos. El paro se notó igual”, remarcó.

Asimismo, expresó que desde el sindicalismo se había impulsado la idea de realizar una medida antes de fin de año pasado, aunque finalmente se priorizó mantener la unidad del movimiento obrero. “Puede haber diferencias, pero hay que priorizar la unidad. Aunque cueste, es necesario para enfrentar a un Gobierno que va en contra de todos nuestros derechos”, apuntó en referencia al Ejecutivo encabezado por Javier Milei.
Maturano insistió en que los trabajadores del transporte automotor “tranquilamente pudieron haber parado” y reiteró su crítica a la dirigencia de la UTA: “No compartieron la medida y no fueron orgánicos a la Confederación”.
El paro general convocado por la CGT fue definido por sus organizadores como “un éxito rotundo”, aunque desde el Gobierno nacional se buscó minimizar su impacto. En este contexto, las diferencias internas dentro del sindicalismo comienzan a marcar un nuevo capítulo en la disputa por la representatividad y la acción conjunta frente al ajuste.