Pese a que el Gobierno insiste en minimizar la actual crisis laboral, las cifras oficiales vuelven a evidenciar una fuerte destrucción de puestos de trabajo que la deja al descubierto. Entre noviembre y abril últimos se eliminaron 84.232 empleos privados registrados.
La andanada de despidos significó una caída del 1,3 por ciento en ese lapso, según el relevamiento de la Subsecretaría de Políticas, Estadísticas y Estudios Laborales del Ministerio de Trabajo.
Sólo en abril se perdieron 48.486 fuentes laborales, un 0,8 por ciento respecto de marzo. Contra abril del año pasado la baja fue de 0,7 por ciento, pese a que la cartera que conduce Jorge Triaca había difundido la semana pasada una encuesta que anticipaba una mejora de 0,4 por ciento.
Los mayores retrocesos en materia laboral estuvieron vinculados con la construcción, con una baja interanual de 10,7 por ciento; seguida por explotación de minas y canteras, con el 5,8 por ciento; actividad pesquera, el 4,9 por ciento; y agricultura y ganadería, el 4,7 por ciento.
En la industria manufacturera la baja fue de 1,4 por ciento, pero en términos absolutos fue la segunda más abultada (18.071 puestos), lo que habla de cómo empieza a repercutir la situación en el sector.