Según un informe llevado a cabo por el Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM) junto al INDEC y sus cámaras asociadas, en los primeros meses del año cerraron 6.800 pymes y se perdieron más de 150 mil puestos de trabajo.
«Existe una caída del consumo en el orden del 25% en textil, calzado, metalúrgica, marroquinería y muebles. A eso le agregamos una suba en las importaciones en un promedio del 30%, con picos de hasta 50 en algunos sectores», explicó Ariel Aguilar, presidente de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines (CIMA) e integrante de la Confederación General Empresaria (CGERA) en declaraciones a Diario Popular.
En este marco, Aguilar añadió que «esos números no son discutibles, son sumas y restas. La crisis se sintió en todos los sectores, pero un poco menos en agroindustria y en servicios y muchísimo más en mano de obra intensiva».
Aguilar alertó que «si esto sigue así, hay PyMEs que mucho tiempo más no van a poder resistir».
Por su parte, Julián Moreno, presidente de la Delegación Buenos Aires de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresario (APYME), coincidió en el diagnóstico de Aguilar.
Moreno graficó que «las (empresas) que requieren de mucha energía, están realmente muy mal por el aumento de tarifas. Las que compiten contra la apertura de importaciones de manera desleal están muy mal y las que dependen del mercado interno también».
A modo de síntesis a su explicación sobre las dificultades que atraviesa el rubro, Moreno puntualizó que la empresa «que no perdió el 30% de la venta, perdió el 40%. Al que no le aumentaron 50% los costos, le aumentaron el 60%».