El empleo asalariado registrado en la industria tuvo en noviembre una suba de 0,3% mensual, lo que representa un crecimiento de 2.968 puestos laborales, indicó la Unión Industrial Argentina. Es el primer crecimiento desde 2015.
El informe de la entidad sostuvo que, «con este desempeño y, producto de la muy baja base de comparación luego de cuatro años consecutivos de fuerte caída del empleo industrial, la novedad de noviembre fue la expansión del trabajo asalariado registrado industrial», que presentó un aumento 3.386 puestos en la medición interanual.
«La recuperación mantiene todavía comportamientos heterogéneos entre sectores, partiendo de niveles muy bajos tras la crisis provocada por la pandemia y la recesión de los dos años previos», aclaró y señaló que «mientras hay empresas con mayor demanda de empleo que comienzan a mostrar subas en las contrataciones, otras aún enfrentan dificultades».
En cuanto a las expectativas de contratación para los próximos tres meses, resaltó que «volvieron a ubicarse en terreno negativo en diciembre tras dos meses positivos».
«De este modo, si bien hay un signo de recuperación moderado, aún hay dificultades relacionadas con la debilidad de la demanda, la incertidumbre macroeconómica y las regulaciones vigentes sobre el mercado de trabajo», analizó.
Consideró que «superada la etapa que requirió la puesta en funcionamiento de normas vinculadas a la emergencia sanitaria, surge el desafío de recrear las condiciones para que el mercado de trabajo acompañe el crecimiento de la actividad con mayor demanda de empleo y que dicho aumento del empleo ocurra en un marco de mayor formalidad».
En ese escenario, subrayó que «se deben fomentar las contrataciones en aquellos sectores que evidencian una recuperación más acelerada de la producción».
«La prórroga del esquema de prohibición de despidos y suspensiones sumada a la doble indemnización plantean un escenario de incertidumbre que obtura la recuperación del empleo industrial y la recuperación genuina del mercado laboral formal», enfatizó.
Aseguró que, entre los desafíos de la recuperación, «es prioritaria la implementación de políticas industriales centradas en la productividad y las transformaciones de la industria 4.0 en el mundo del trabajo».
El trabajo advirtió a su vez que «surgen temas como la reducción de la informalidad, de los costos laborales no salariales afrontados por las empresas durante el último año y la reducción de la conflictividad laboral, que se podría ver afectada por la resolución 54/21 del Ministerio de Trabajo que determina la puesta en vigencia de la Ley de Teletrabajo a partir del 1° de abril».
«Resulta fundamental normalizar la situación en el mercado de trabajo para comenzar una nueva etapa que promueva la formalización y donde la productividad, la formación y la empleabilidad sean los ejes de la agenda futura», manifestó.