Por Juan Carlos Schmid, secretario General de la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina-
La diferencia entre accidente y siniestro es que el primero ocurre de manera casual y el segundo, causal. El accidente no puede preverse ni prevenirse, ocurre fruto de una casualidad. El siniestro es evitable, predecible, causado por errores humanos o fallas técnicas.
Lo dijimos en todos los foros del sector y también a los funcionarios del área de transporte, de las últimas gestiones. Lamentablemente nadie asume la responsabilidad de lo que puede suceder. Podemos observar en los últimos tiempos aquí en la Argentina, y en otras latitudes siniestros que se podrían haber evitado.
Lo ocurrido por ejemplo hace un par de meses en nuestra hidrovía: barco bandera liberiana, eslora 230 metros choca contra el puente Zárate Brazo Largo y quedó incrustado en la estructura, iba con destino al puerto de San Lorenzo en busca de carga.
Podemos leer y observar lo ocurrido en Hong Kong, el 16/03/24 a las 15:45, el buque portacontenedores llamado «YM WITNESS» en la maniobra de acercamiento golpeó las grúas del puerto e hizo que los contenedores cayeran al mar. De acuerdo con los hallazgos iniciales, no hay incidentes muertos ni heridos, no se ha informado de contaminación ambiental y la Autoridad Portuaria ha comenzado las inspecciones en el lugar.
Ayer el Presidente Biden explicaba y se lamentaba por lo ocurrido en su país, textual: 26/03/24- Un enorme buque de carga se estrelló contra el puente Francis Scott Key de Baltimore la madrugada del martes, causando que el puente de 2,5 kilómetros se desmoronara con automóviles y personas al agua helada.
El Sistema de Navegación Troncal (SNT), reconocida como hidrovia Paraguay Paraná, es unas de las vías fundamentales para nuestras exportaciones, la enorme batería de puertos privados industrializadores de materia prima (productos y subproductos) sumados a los puertos públicos y privados por donde se exportan carga contenedorizada y cargas generales, no puede continuar librado al azar.
Reconociendo que los avances técnicos han sido importantes en materia naviera, que la profesionalidad en el personal embarcado es óptima, tenemos que reconocer, que la falla técnica, el error humano siempre está a la vuelta del recodo, los casos citados lo manifiestan.
Es una irresponsabilidad del Estado Nacional que nuestro puentes, que cruzan el SNT (Zárate Brazo Largo, Rosario-Victoria, Puente Gral Belgrano), estén librados solo a la pericia de los navegantes. Lo mismo ocurre con los amarres y desamarres de enormes buques que realizan estas operaciones sin apoyo auxiliar.
A partir de la ley de puertos (ley 24093/94) se quitaron los remolques o empujes que asistían estas operaciones. La eliminación de estas asistencias se hicieron en “beneficios económicos“ a la carga, situación nunca verificada.
Además de la inseguridad “establecida” debemos agregar que esta decisión significó pérdidas de puestos de trabajo, desaparición de empresas y embarcaciones que tuvieron que migrar a otras latitudes y a otras banderas.
Prevenir es garantizar la seguridad de vidas y bienes. Las actuales autoridades en la materia tienen la respuesta en sus manos.