Sergio Pignanelli, el hijo de Ricardo el número 1 del SMATA, tomó personalmente el control de la representación gremial en la planta Zárate de Toyota. Hizo cambios en buena parte de los delegados. En la fábrica, que ya encaró dos procesos de retiros voluntarios en 2024, se habla de una nueva tanda de salidas arregladas.
Sergio Pignanelli, el secretario Gremial del poderoso sindicato de Mecánicos SMATA, tomó el control personalmente de la representación sindical de los trabajadores de la planta ubicada en Zárate de la automotriz Toyota. Se trató de una decisión que empoderó a quien, además, maneja la delegación Zárate del gremio.
Sergio es hijo de Ricardo Pignanelli, el número uno de la organización, es uno de los dirigentes sindicales más importantes del país, mantiene sólidos vínculos con el Instituto Patria y acaba de asumir como uno de los vicepresidentes del PJ Nacional en la conducción de CFK.
La relación entre Pignanelli y Toyota siempre fue muy fluida. De hecho en la propia firma japonesa se valoraba a quienes decidían hacer carrera gremial como uno de los ítems a evaluar al momento de definir los ascensos. Es un caso testigo de diálogo social para la producción.
Pignanelli asumió en medio de una vacancia que dejó en la planta la salida de muchos de los delegados que se sumaron a los planes de retiros voluntarios abiertos a lo largo de 2024 y tomó decisiones drásticas en algunos sectores. Volvió a mandar a la línea de producción a algunos y le cortó mandatos a otros.
Se trata de un proceso que podría caracterizarse como de «normalización» luego de que perdiera eficacia la representación en su llegada con los trabajadores. De hecho, llamó la atención en la firma la cantidad de operarios que habían votado a Javier Milei, por lo que entienden que falló la comunicación gremial del impacto que ese voto podría tener incluso en sus propios empleos.
De hecho, y en paralelo, en la planta no cesan los rumores de más retiros que podrían darse en el primer trimestre de 2025. Hasta ahora la empresa fue reacia a despedir pero abrió planes voluntarios con los que recortó dos tanda de unos 400 operarios y mandos medios.