El polémico líder de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo y el presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren, sellaron un acuerdo para presionar en forma conjunta al Gobierno con un proyecto de ley de comercialización de Combustibles.
El pacto se consensuó ayer por la tarde en una reunión de la que participaron el propio Aranguren y Carlos Acuña, barrionuevista que conduce el poderoso sindicato de trabajadores de estaciones de servicio.
En esa reunión lanzaron lo que derivará en una “Comisión multisectorial” entre los actores de la actividad que impulsará un proyecto de ley de Comercialización de Combustibles Líquidos y Gaseosos.
La intención es instalar el tema y conseguir el acompañamiento de todo el armado político opositor tras el argumento de que se necesita una ley que “tenga en cuenta el interés de todas las partes involucradas”.
“Nos hemos puesto el objetivo de generar este nuevo marco de comercializacion, consideramos que de este modo vamos a garantizar la competitividad de las Pymes que son el motor productivo que sostiene nuestras fuentes de trabajo”, aseguró Acuña.
Esta demostración de peso y juego político le sirvió a Barrionuevo para mostrar su capacidad en el seno de su armado sindical de «unidad de acción» con la CGT Azopardo que comanda Hugo Moyano.
Es que la alianza Moyano – Barrionuevo no pasa por sus mejores momentos. Ayer IngoGremiales comentó la disputa entre halcones y palomas que los tiene en jaque y que lo acusa a Barrionuevo de no tener cintura para negociar las acciones a seguir.
Acuña aparece, en este contexto, como el único de los gremios de peso que maneja Barrionuevo y que tiene un verdadero poder de daño hacia el Gobierno y poder de presión dentro de la CGT.
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