(Por Pablo Maradei) Durante la era Cambiemos se intentó llevar adelante una reforma laboral que no prosperó, aunque tampoco llegaba a tocar el corazón de la ley 20.744. Más allá del fracasado intento, también sobrevoló siempre la idea de ver de qué manera se menguaba el poder económico de los sindicatos.
A raíz de las notas publicadas este fin de semana por InfoGremiales respecto al «aporte solidario», distintos referentes de Juntos por Cambio acercaron su posición para dejar en clara su postura respecto a un debate que, consideran, central.
«Entendemos que no romper el modelo sindical argentino, te organiza; eso es inalterable»; algo que hoy por hoy es una quimera a la luz de las internas respecto a qué posición tomar respecto a Cristina Fernández de Kirchner y sus causas judiciales. No obstante, aclaran: «Si viene un gobierno nuestro vamos a modificar la ley de Asociaciones Sindicales».
–¿Qué abarcaría?
– Ponerle un techo a las múltiples aristas recaudatorias que tienen los sindicatos
.- ¿Apuntarín a los aportes solidarios sindicales?
– No solo eso. Fijate hasta donde pueden llegar las retenciones a los trabajadores: descuento para la mutual, aportes especiales para la obra social, aporte solidarios sindical de aquellos no afiliados, fondos de retiro y de sepelio. Si sumás todos están entre 8 y 9 puntos que se llevan del salario.
El sindicalismo atraviesa una grieta entre los que sin medias tintas apoyan a CFK y los que miran de reojo la situación judicial y hacen equilibrio. O evitan hablar. Con las últimas declaraciones del sector kirchnerista que agitan la idea de que Cristina será candidata en 2023, el sector más ortodoxo movimiento obrero sabe, a su vez, que de la mano de enfrente está Juntos por el Cambio que ensaya estas ideas (y otras) que se plasman en esta nota.
«Sabemos que de un lado o de otro vienen por nosotros», apunta un sindicalista en diálogo con InfoGremiales. De un lado, el K, sería por la reforma del sistema de salud y las internas por el control de las organizaciones; del otro lado, acaso una idea de avance más conceptual: debilitar al sindicalismo a través de enflaquecer sus ingresos y criminalizar las protestas.