Los trabajadores de las demás líneas de colectivos de la compañía, en convocatoria de acreedores, reiniciaron las tareas el viernes último, como se había acordado en su momento entre los Ministerios de Trabajo y Transporte, las cuatro nuevas empresas que convinieron hacerse cargo de los servicios en esa zona de la provincia y la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
Sin embargo las líneas 503 y 136 mantienen medidas de fuerza por «la ausencia de garantías de reactivación de la firma y el desamparo total de los empleados», informó el delegado general de los trabajadores, Carlos Pacheco.
Pacheco informó que los trabajadores fueron trasladados de forma «desaprensiva» a otro lugar de labor y están «a la intemperie».
El delegado explicó que «es notoria la ausencia y lo obsoleto de las unidades y el riesgo que implica trabajar con las actuales», y expresó que «no son claras las condiciones del traspaso a las nuevas empresas que tenían que hacerse cargo de los servicios, ya que no entregaron los listados que debían señalar los lugares de trabajo del personal de técnica y tampoco varios puntos reclamados al ministro de Transporte de la Nación», Guillermo Dietrich.
Pacheco afirmó que «la incertidumbre es mucha entre los trabajadores» y que «no hubo respuestas respecto del pago de los días adeudados por enfermedad y otros ítem y, además, los directivos se quedaron con dinero de un convenio por fallecimiento: al morir el familiar de un empleado se retenía un porcentaje del salario para costear esos gastos y ello hoy no ocurre porque desapareció la plata», puntualizó el delegado.
Para Pacheco, «el traspaso de Ecotrans a las supuestas nuevas empresas es de una enorme desprolijidad, lleno de maniobras y con la única intención de dejar a los trabajadores afuera de todo».
El cuerpo de delegados de la firma envió a Dietrich una extensa carta, en la que rechazó «el desguace» a partir de «una prolongada y triste experiencia en el gremio, ya que estas reorganizaciones empresarias siempre concluyen dejando a trabajadores en la calle, empeorando las condiciones laborales y la calidad del servicio».
«El acuerdo de traspaso no ofrece garantías al personal. El convenio de cesión de los pisos de Ecotrans se determinó con cuatro empresas, pero tres de las que se harían cargo de las líneas están en concurso de acreedores, por lo que se ignora cómo afrontarán las inversiones para viabilizar el servicio», afirmó.
También sostuvo que ese acuerdo abre las puertas a «los despidos, ya que la situación de los no choferes -que cumplen tareas en taller u otros sectores- está supeditada a futuras audiencias en el Ministerio de Trabajo», y tampoco «se especifica a que compañía irá cada empleado», por lo que los delegados exigieron que se difunda «la tarea de cada uno y los listados con nombre y apellido de los 1.200 trabajadores que absorberá cada firma», indicó.
Los empresarios se comprometieron a incorporar 350 unidades nuevas, pero Pacheco subrayó que se impone conocer para qué líneas, es decir, cuáles y cuántas serán las firmas que lo hagan.
El delegado aseveró que «no se especificó en el acuerdo las cabeceras e instalaciones para que los trabajadores operen las líneas y las frecuencias, horarios y recorridos a cumplir».