Pasada la primera semana de alta intensidad de conflicto, la situación en la franquicia de comidas rápidas Nac&Pop comienza a tomar un rumbo. Es que los empleados que denunciaron sistemáticamente el vaciamiento empresarial y una suma de irregularidades entre las que se encuentran salarios impagos, deuda de aportes, pago en negro, maltrato laboral y la desaparición de sus dueños, continúan sin respuestas.
Desde la firma desparecieron todos los responsables y el gremio que los representa, el de Pasteleros, brilla por su ausencia.
Los empleados tomaron hace una semana la sucursal Congreso y posteriormente la de San Nicolás. Además, hay otros dos locales que se encuentran ocupados con los empleados decidiendo cómo continuar.
En las instalaciones de Congreso y San Nicolás ya se tomó un rumbo. Con el aporte de militantes de Patria Grande y la Confederación de Trabajadores de Economía Popular (CTEP) se avanza hacia la cooperativización y la autogestión para preservar las fuentes de trabajo.
La caída de la empresa, propiedad de Alex Gordon, que se desató hace días dejó a 170 trabajadores de los 13 locales que la franquicia posee en la calle.
En enero de este año Nac&Pop cambió de firma, a la actual Samin SA, y todo parece indicar que el camino del vaciamiento empresarial ya estaba tomado desde entonces.
Desde hace meses Gordon dejó de frecuentar los lugares a los que asistía, sus negocios fueron asumidos por otros hasta que fueron insostenibles y en Nac&Pop aparecieron nuevos “dueños”.
La semana pasada se presentaron tres personas que dijeron ser miembros de la Policía Federal se hicieron presentes en la cadena y amenazaron con “pegarle un tiro” a quien eleve la voz en reclamo del pago de los salarios.
En el marco del conflicto, la asamblea de trabajadores aseguró que en las últimas semanas hubo severos problemas con la calidad de los alimentos que se utilizan para preparar las hamburguesas. Dicen que hay productos vencidos y que incluso una clienta terminó internada.
Ante esta situación algunos trabajadores y trabajadores comenzaron a indagar y descubrieron que no tienen hechos los aportes jubilatorios ni de la obra social.
La cooperativa no era la primera alternativa que se barajaba ante la crisis, sin embargo ante la persistencia de respuestas los empleados sostienen que es la única salida viable en este momento.