Los trabajadores de la Línea 144 que atiende casos de violencia de género continúan en conflicto con el Gobierno bonaerense por el despido de cinco empleadas. La Línea volvió a funcionar luego de que los delegados levantaran el paro como señal de buena voluntad, pero la Provincia sigue sin atender sus llamados.
El conflicto empezó hace 10 días, cuando la Secretaría de Derechos Humanos echó a cinco trabajadoras por haber adherido a un paro. Las autoridades bonaerenses argumentaron que no podían realizarse medidas de fuerza en la Línea 144 porque eso configuraba un «abandono» de las mujeres en situación de violencia.
Las trabajadoras despedidas integraban el equipo de seguimiento de casos de violencia de género, que interviene en aquellas situaciones en las que la Línea no puede resolver un conflicto. Se trata de una segunda instancia en la que el equipo evalúa el caso y articula con instituciones y organismos que pueden brindar ayuda a las víctimas.
Los delegados de la Línea decidieron suspender las medidas de fuerza como señal de buena voluntad, a la espera de que la cartera conducida por Santiago Cantón los convoque para buscar una solución ante los despidos. Pero los canales de diálogo están cortados: el jefe de Gabinete de la Secretaría, Francisco Mones Ruiz, no atiende los llamados de los trabajadores.