A casi tres meses de la ocupación pacífica de la fábrica de acoplados para camiones de transporte Petinari, en el municipio de Merlo, los trabajadores siguen con su plan de visibilización del conflicto. Todos los días, desde hace más de tres meses, salen a calle, reparten volantes y buscan la solidaridad de los vecinos para conseguir la dificultosa tarea de no perder sus empleos.
Es que con los dueños que no pisan la planta ni dan respuestas desde febrero pasado, ya se plantean la lucha por la conformación de una cooperativa de trabajo como salida viable que sostenga sus fuentes de trabajo.
Este fin de semana, las 200 familias dejadas en la calle por los empresarios que abandonaron a los obreros con deudas salariales y de aguinaldos millonarias, recibieron acompañamiento de distintos referentes provinciales que les acercaron su solidaridad y soluciones para problemas puntuales.
Por un lado Walter Beltrán, titular de la ANSES local, le facilitó los tramites vinculados a seguros sociales y seguros de desempleo para quienes se habían encontrado trabas para conseguirlo.
Además, los diputados provinciales Lucía Portos y Miguel Funes del Frente para la Victoria se pusieron en contacto para viabilizar el reclamo en el plano legislativo y junto con el secretario de Vivienda del Sindicato de Empleados de Comercio, Sergio Ortiz, y la precandidata a concejal por la lista de Gustavo Menendez, Florencia Lizaraso, aportaron ayuda social necesaria para sostener la toma de la planta.
Estos aportes, que acercan la presencia del Estado a un conflicto extenso y que parece no tener una salida inmediata, contrasta con la posición del intendente local, Raúl Othacehé, que hasta el momento resolvió darle la espalda a las familias que custodian las máquinas y el establecimiento con la esperanza de poder volver a producir.