El Ministerio de Trabajo dispuso anoche que el sueldo mínimo aumentará 24% en tres cuotas, hasta llevarlo a 10.000 pesos en julio del 2018, tras no arribarse a un acuerdo entre cámaras empresariales y centrales sindicales.
«Los montos serán actualizados en tres tramos: $8.860 a partir de julio, $9.500 en enero y $10.000 en julio», informó la cartera laboral en un comunicado, luego de la reunión del Consejo del Salario Mínimo que encabezó el ministro Jorge Triaca junto a empresarios y sindicalistas.
En la reunión, la demanda del sector sindical fue de $14.060 para alcanzar el valor de la canasta básica para una familia con dos hijos, lo que equivalía a un incremento del 75%, mientras que la oferta del sector empleador configuraba un aumento del 20,3% en tres tramos ($8.860 en julio, $9.200 en enero y $9.700 en julio), indicó Trabajo.
Lo novedoso fue que por primera vez desde el funcionamiento del organismo no se lograron finalmente consensos y que el gobierno nacional fijó por decreto o laudo el nuevo valor del haber mínimo.
El integrante de la delegación de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) y dirigente docente bonaerense, Roberto Baradel, afirmó que las tres centrales rechazaron la propuesta empresaria de un 20,3% en tres tramos (julio de 2017, enero y julio de 2018), y aseguró que «el gobierno nacional fijará por decreto el ingreso por primera vez», por lo que adelantó que «se evaluará una protesta».
La CGT y ambas CTA rechazaron de forma total «la propuesta», por lo que el encuentro concluyó casi de manera intempestiva.
Esta es la primera vez en la historia desde la creación del organismo que gremialistas y empresarios no alcanzan un acuerdo.
Pablo Micheli, jefe de la Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA), evaluó que «la propuesta fue una verdadera vergüenza» y confirmó que «es hora de evaluar una protesta nacional y paros entre todos los sindicatos».
Baradel subrayó que de ninguna manera habrá «una nueva convocatoria para continuar la reunión plenaria» y explicó que de acuerdo con los mecanismos determinados por el organismo «las conversaciones informales para alcanzar consenso se realizaron durante toda la mañana en la Comisión del Salario Mínimo».
«Por lo tanto, no había esta tarde resquicio alguno para continuar la informalidad. Las centrales propusieron elevar el mínimo a 15.000 pesos, teniendo en cuenta el valor de los productos de la canasta básica alimentaria y, los patrones, ofertaron por contrapartida un 24 por ciento en tres cuotas, que recién terminaría de abonarse en julio de 2018. No tenía más sentido ese encuentro. Allí concluyó», puntualizó Baradel.
Otro de los protagonistas, Claudio Marín (secretario Gremial de la CTA y adjunto de la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos -FOETRA Buenos Aires-) rechazó «el comportamiento empresario y las coincidencias sutiles del gobierno con una propuesta irrisoria».
«Era inaceptable. La CGT también la rechazó de plano. Nadie puede vivir ya en esta Argentina bajo la línea de la pobreza», afirmó.
Marín integró la delegación de la CTA Yasky -quien no participó por haber viajado a un Congreso en Roma- junto con Baradel, Pedro Wasiejko (neumático) y Edgardo Llano (personal aeronáutico), en tanto Micheli fue acompañado por Hugo Blasco y Cristina Chiste.
Según los dirigentes de todas las centrales, habrá reuniones de cada una de las conducciones -por separado- en los próximos días y, luego, comenzarán las conversaciones para evaluar «la mejor forma de protesta ante la insensibilidad de patrones y gobierno».
Si bien la dirigencia de la CGT había sido cautelosa en los últimos días respecto de las posibilidades de alcanzar los 15.000 pesos, esta mañana el camionero Pablo Moyano aseguró que la central obrera demandaría al igual que las CTA ese ingreso, lo que había sido anticipado la semana anterior por el triunviro Juan Carlos Schmid, aunque luego afirmó que «había que discutir».