La conciliación obligatoria vencía este 19 de agosto. Se extendió una semana más, el último plazo legal. Sin acuerdo entre la UOM y las siderúrgicas, la negociación salarial ingresa en días decisivos. En las plantas hay presión para ir a la huelga.
Luego de la presión de la movilización por parte de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) a las oficinas del Grupo Techint en Catalinas, la negociación entre el gremio y las siderúrgicas entró en su zona más caliente.
Hasta ahora primó la voluntad empresaria de no reabrir el debate paritario. «No quieren abrir la discusión», había confirmado una fuente sindical que se sienta en la mesa de discusión.
Lo cierto es que la reunión prevista para este viernes se pasó a la semana próxima. Claro, será a contrarreloj y con la última instancia de conciliación obligatoria vigente.
Y este no es un dato menor: en la previa y ante la resistencia patronal de reabrir la discusión, el sindicato llevó adelante asambleas en los lugares de trabajo de la empresa Acindar. Es decir que si las discusiones no llegan a buen puerto, las huelgas estarán a la vuelta de la esquina.
El sector empresario reconoce que en esta nueva etapa en cabeza de Abel Furlán hay un «endurecimiento mayor».
Como contó InfoGremiales la discusión está frenada ante la intención de la UOM de replicar el acuerdo salarial refrendado en julio y que actualizó el que había firmado Antonio Caló en marzo. Se busca un aumento del 12% en agosto, otros dos de 10% cada uno en octubre y en noviembre, y una revisión en febrero; totalizando un 65% anual.
La paritaria de la siderurgia tiene una proyección sobre unos 15.000 trabajadores; y el salario en mano para la categoría más baja (NdR: es lo que llaman el salario mínimo global garantizado) es de 110.000 pesos en mano.
Mientras tanto crece la producción siderúrgica
La producción de acero crudo tuvo un crecimiento interanual del 7,6% en julio y la de laminados del 3,5%, según un informe de la Cámara Argentina del Acero (CAA), que advirtió sobre las dificultades que enfrenta con la importación de insumos.
La entidad señaló que en julio respecto de junio, la producción de acero crudo cayó 0,2% y la de laminados un 3,8%, aunque aclaró que esa baja se debió a las paradas técnicas programadas por las empresas.
La cámara señaló que las importaciones de materias primas mantuvieron en julio «el nivel de dificultad en el acceso a las divisas necesarias para el cumplimiento de las obligaciones contraídas».
«Existe preocupación ante la falta de definición sobre la situación de pagos de las importaciones futuras, fundamentales en lo que respecta a insumos que son esenciales para mantener el ciclo productivo» según el comunicado de la CAA.
La central empresaria advirtió también que las dificultades en la importación «ya está afectando el nivel de actividad y generando faltantes en toda la distribución».
El informe sobre el nivel de actividad de julio indicó que la producción de acero crudo fue de 462.700 toneladas, menor que la de junio último que llegó a las 463.600 toneladas.
En el séptimo mes del año la producción de hierro primario en julio último fue de 227.300 toneladas y registró una baja del 15.4% respecto del mes anterior y del 23.5% en la comparación interanual.
La producción de laminados terminados en caliente llegó a las 421.800 toneladas y bajó 3.8% respecto de junio y subió un 3,5% en la comparación con julio del año anterior.
La fabricación de planos laminados en frío de julio fue de 112.100 toneladas y resultó un 15.8% mayor a la de junio, pero bajó un 18.5% respecto de julio del año anterior.
La cámara señaló que la producción de julio «estuvo impulsada por la construcción, la demanda de maquinaria agrícola, el sector de la energía, la industria automotriz, y un repunte en los fabricantes de electrodomésticos, que mantuvieron durante el mes buenos niveles de actividad».
El informe agregó que las exportaciones tuvieron un descenso en julio del 28,1%, respecto del mes anterior y registraron un aumento interanual del 24,4%.