El pasado viernes 30 de abril se pudo observar un paisaje muy poco común para los tribunales porteños: el Poder Judicial amaneció absolutamente vacío, producto de la medidas de fuerza adoptadas por los gremios SITRAJU-CABA (CGT) y AEJBA (CTA). El paro sin concurrencia convocado por ambos sindicatos fue acatado por la totalidad de trabajadores judiciales porteños, en una medida de fuerza sin precedentes.
Con el paro consumado, el pasado martes el Consejo de la Magistratura realizó una nueva propuesta salarial que apenas alcanzaba el 31% para todo el año y que se terminaría de pagar en diciembre. La oferta fue desestimada de plano por ambos gremios.
“Nuestra primera propuesta fue anual, luego el Consejo nos llevó a un esquema semestral que consentimos y sobre el cual llegamos a un acuerdo que posteriormente fue incumplido por la patronal. Ahora nos vuelven a llevar a un esquema anualizado y con todos los cambios nos tenemos que bancar la amenaza de la resolución unilateral de la negociación salarial», sostuvieron desde los gremios.
«Nosotros tenemos la responsabilidad de defender las instancias colectivas de negociación; nos cambiaron las reglas del juego; hicieron y deshicieron; prometieron e incumplieron. Los trabajadores ya dimos nuestra primera muestra de fuerza con un paro sin precedentes», agregaron.
«Ahora redoblamos los esfuerzos y la lucha; la propuesta hecha por el Consejo es irrisoria no podemos aceptarla. Tampoco podemos aceptar las intromisiones sostenidas por parte del Poder Ejecutivo Local. Es el propio presidente del Consejo quien nos dice que recibe presiones y limitaciones políticas para firmar el acuerdo. Aquí se atropella la negociación colectiva, se viola la división de poderes y la independencia judicial y se incumplen los acuerdos arribados; estamos ante una situación inédita.”, añadieron los gremialistas.
Durante la jornada de ayer se pudo ver a los edificios de la justicia porteña plagados de carteles, asambleas, papelitos, bombos y megáfonos. Se espera para este jueves y viernes una justicia absolutamente paralizada.
Ahora la pelota queda del lado de Enzo Pagani, presidente del Consejo de la Magistratura, para ver si puede conducir este conflicto, desatado desde hace una semana y con un cauce cada vez más grande.