El arco sindical, sin los Gordos, se acercó al Senado durante el tratamiento en comisión del proyecto de ley para crear un fondo de cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con recursos fugados al exterior. El kirchnerismo sumó músculo de las organizaciones afines del movimiento obrero y empieza a inclinar la cancha a su favor en el debate.
La convocatoria a los referentes sindicales del moyanismo (CGT), de la Corriente Federal de Trabajadores, de la CTA de los Trabajadores y de la CTA Autónoma fue por la mañana, aunque la onda expansiva del acompañamiento al proyecto irradió hacia la tarde, cuando un grupo de intelectuales del campo de la economía política dieron sus argumentos en un plenario de las comisiones de Legislación General y Presupuesto.
En una reunión con los senadores del Frente de Todos, el camionero Pablo Moyano (por la CGT), el docente Hugo Yasky (CTA-de los Trabajadores), el estatal Hugo «Cachorro» Godoy (CTA- Autónoma), el gráfico Héctor Amichetti (Corriente Sindical), y el canillita Omar Plaini (Frente Sindical) pasaron a dejar su apoyo.
Pablo Moyano aclaró: «Acá somos los mismos que peleamos los cuatro años de macrismo» y luego agregó «Desde la CGT vamos a apoyar este proyecto. Lo vamos a militar en la calle cuando sea necesario. El apoyo de la CGT es total», aseguró el hijo mayor de Hugo Moyano.
Amichetti, por su parte, afirmó que quienes se oponen a este proyecto son unos «caraduras» y arremetió en contra de «esa ambición y esa codicia de multiplicar la ganancia» por parte de los evasores con bienes no declarados en el exterior.
Plaini, en tanto, sostuvo: «Vamos a luchar para que la peguen los que la fugaron y aquellos que tienen fortuna y no la pague más el pueblo argentino».
Por su parte, Godoy dijo que le parece «muy bien que el proyecto no sea un blanqueo, sino un conjunto de acciones del Estado para que se pueda avanzar sobre guaridas fiscales, sobre la fuga de capitales».
Había sido el senador Oscar Parrilli quien un rato antes había aclarado que esta iniciativa no consistía en ningún blanqueo ya que se trata de una obligación para los evasores.
«Esto no es un blanqueo, esto no es voluntario, esto es persecutorio, es intimidatorio, si se quiere, porque estamos yendo sobre los fugadores», explicó el principal autor de la iniciativa, que es impulsada por Cristina Kirchner.
Fue la vicepresidenta quien -en el actual contexto de parálisis en el oficialismo por la feroz interna- movió sus fichas y logró encausar las energías de los legisladores en pos de un mismo objetivo: que «la deuda la paguen los que la fugaron».
Por la tarde, con la oposición de Juntos por el Cambio (a través del senador salteño Juan Carlos Romero) pidió que para futuras citaciones de comisión, se convoque al ministro de Economía y Finanzas, Martín Guzmán, al presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, y a la administradora de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont. También propusieron el nombre del abogado constitucionalista Daniel Sabsay, cuyas posiciones política suelen coincidir con la de la oposición.
Este miércoles expusieron en el plenario de comisiones académicas como los directores del Banco Nación Guillermo Wierzba y Julia Strada, los académicos Horacio Rovelli , Ricardo Aronskind; y la doctora en Economía Noemí Brenta.
«Prevemos que los aportes que se realicen no sean de los dólares que se generan en la Argentina años tras año y que permiten superávits comerciales, sino que para pagar esa deuda vuelvan los dólares que se fugaron desde el 2016 al 2019 86.000 millones de dólares», precisó Parrilli al exponer durante la tarde.