La huelga es por tiempo indeterminado y con levantamiento de las barreras en AUBASA y en el Sistema Vial Integrado del Atlántico. El Sindicato Único de Trabajadores de los Peajes y Afines (SUTPA) reclama que se cumpla con el compromiso de tratar la reconversión de la actividad sin perder empleos. Además, denuncian persecuciones y falencias en las condiciones de seguridad e higiene.
El Sindicato Único de Trabajadores de los Peajes y Afines (SUTPA) inició hoy una medida de fuerza con levantamiento de barrera, por tiempo indeterminado, en todas las cabinas de la empresa AUBASA y del Sistema Vial Integrado del Atlántico (SVIA).
El gremio que conduce Florencia Cañabate responsabilizó por la huelga al Presidente de AUBASA, Ricardo Lissalde. De hecho lo señaló por «incompetencia, destrato y falta de predisposición al dialogo».
«Desde hace varios meses mostramos intención de dialogo para poder trabajar conjuntamente para la reconversión laboral de nuestra actividad, pero el funcionario no está dispuesto a sentarse con los trabajadores poniendo en riesgo el futuro de la actividad y la fuente de trabajo de todos y todas», explicaron desde el SUTPA.
El Sindicato denuncia que no se está cumpliendo con el acuerdo paritario que establece la creación de una mesa bipartita para la aplicación de la tecnología y reconversión laboral.
Sin esa herramienta de diálogo, «Lissalde quiere implementar la tecnológica a través de la colocación de antenas en las vías de todas las estaciones de AUBASA Y EL SVIA, sin tener en cuenta al trabajador y un adecuado proceso para proyectar esa implementación sin afectar la dotación del personal», señalaron.
También marcaron el cierre arbitrario de la oficina de atención al cliente de Mar del Plata sin funciones alternativas para los trabajadores que cumplían tareas en él y el levantamiento de la base de seguridad vial de San Bernardo. Este último, un «logro adquirido en el último tiempo para brindar un servicio más efectivo y acortar las distancias de recorrido de los trabajadores».
Añadieron que tampoco se puso en marcha la construcción del Centro de Monitoreo de Santa Teresita, a pesar de que la licitación fue adjudicada en enero, limitando las posibilidades de reconversión laboral.
Por último relataron «persecución y amenazas a jefes y gerentes de AUBASA que trabajan en conjunto con la organización sindical para la correcta reconversión laboral», el despido de un gerente «por trabajar con cautela en la reconversión laboral y no perder fuentes de trabajo» y el incumplimiento de las mejoras en las condiciones edilicias y de seguridad e higiene.