En los últimos años, las casas de apuestas y las plataformas de casinos online experimentaron un crecimiento exponencial en Argentina, impulsadas por la legalización en varias provincias del país y la digitalización del sector. Sin embargo, este auge plantea un desafío significativo en las condiciones laborales de los trabajadores de la industria: ¿Cómo garantizar sus derechos laborales? La sindicalización, que fue clave en otros ámbitos, enfrenta retos particulares en este nuevo entorno.
El perfil de los trabajadores en el sector de las apuestas deportivas
La proliferación de las plataformas de apuestas deportivas es todavía muy reciente en Argentina y esto está marcado por la cantidad de operadores que tienen su sede en el país. A diferencia de las casas de apuestas que operan en los mercados internacionales, uno de los primeros retos del sector es establecer condiciones laborales estables para quienes trabajan en el entorno digital.
Naturalmente, los trabajadores del sector digital comparten algo, sin importar a qué se dediquen: la inestabilidad. Muchos de ellos tienen contratos temporales o son contratados bajo la modalidad de monotributo, excluyéndolos de los derechos básicos, como licencias pagas o una cobertura de la salud adecuada. Además, las tareas de soporte y atención al cliente suelen estar tercerizadas, lo que diluye la responsabilidad directa de las empresas sobre estos empleados.
El marco legal y su impacto en la organización gremial
El vacío normativo que rodea al sector de las apuestas es un problema que afecta directamente a los trabajadores. Si bien las apuestas son legales en la mayoría de las provincias, la regulación actual se centra casi exclusivamente en la fiscalización económica y en prevenir el juego clandestino, dejando de lado el aspecto laboral.
En provincias como Buenos Aires y Mendoza, donde las apuestas están reguladas, los marcos legales no incluyen cláusulas específicas para proteger a los empleados. Esto crea una zona gris que permite a las empresas establecer condiciones arbitrarias para sus plataformas digitales.
A esto se suma la falta de representatividad sindical. Los trabajadores de este sector aún no tienen un gremio que los represente específicamente. Los empleados quedan excluidos del sindicato de comercio y no encajan del todo en ninguno de los gremios existentes. Esta fragmentación dificulta la organización colectiva y los deja en una posición de vulnerabilidad.
Los retos del sindicalismo en la era digital
La digitalización del sector de las apuestas no solo transformó la industria, sino que también complicó los esfuerzos de sindicalización. La dispersión geográfica y las nuevas modalidades laborales plantean desafíos inéditos para el sindicalismo tradicional.
Muchos trabajadores digitales operan bajo la modalidad remota, lo que elimina el contacto directo entre compañeros. Esto dificulta la construcción de un sentido de comunidad laboral, que es esencial para la organización de cualquier sindicato. Además, la flexibilidad de las contrataciones digitales, como el trabajo freelance o por proyectos, erosiona los derechos laborales básicos y promueve la informalidad laboral.
Finalmente, la falta de antecedentes en la sindicalización de los sectores altamente digitalizados en Argentina obliga a los gremios a tener que buscar estrategias innovadoras. Incorporar a estos trabajadores a los gremios existentes, como el de comercio, podría ser un primer paso para generar representación.