El rubro automotor es uno de los más golpeados por la caída en la actividad industrial, pero en el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) intenta mantener la calma.
El secretario de Prensa de SMATA de Córdoba, Leonardo Almada, relativizó la situación en declaraciones para Info Gremiales: “En la opinión pública se cree que suspensión es despido y no es así. Es un mecanismo muy aceitado entre las empresas y los trabajadores para mantengan un nivel salarial similar y no pierdan el puesto de trabajo que es lo más importante”, afirmó.
También puntualizó que “se dice que 650.000 unidades patentadas es catastrófico, cuando hace 4 años festejábamos llegar al récord de las 450.000”.
Sin embargo, admite que “la situación en general no es la mejor” por la caída en la producción y venta nacional y sobre todo desde Brasil. Efectivamente, la semana pasada Volkswagen suspendió a 900 trabajadores aduciendo la baja en la producción de 30.000 cajas de cambio para el país vecino y socio comercial.
Precisamente, Almada traza una comparación con Brasil para explicar parte del problema. Si bien dijo que “los que mamamos esta industria sabemos que no hay culpas del gobierno, ni de los empresarios y mucho menos de los trabajadores, sino que son ciclos”, también expresó “cierto reparo de algunos empresarios locales”.
Almada recuerda cuando el gobierno de Lula y las industrias automotrices bajaron conjuntamente los impuestos y los precios; y contrasta que aquí, aún tratándose de las mismas firmas internacionales, tal convenio no parece plausible.
Por último, lamentó cierta lentitud en los efectos del PROCREAUTO, y confía en que la salida está en que “todos pongamos el hombro”.