El secretario adjunto del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), Mario Manrique, enumeró las dificultades que vive la industria automotriz y consideró que la solución es que el Congreso apruebe «cuanto antes la ley del autopartismo»; al tiempo que destacó «el buen diálogo» que el sector mantiene con el gobierno nacional.
El dirigente sostuvo que «la industria automotriz está sufriendo los embates de la crisis de Brasil y algunas de las terminales está reprogramando sus producciones. La situación más compleja es en Volkswagen por las dificultades que tuvo en la Unión Europea y en Estados Unidos por la emisión de gases de sus vehículos».
En declaraciones a Télam, Manrique añadió que en esa empresa «en particular se va a dejar de producir en un turno y estamos discutiendo un régimen de suspensiones, que nos permita tener estabilidad laboral hasta fin de año».
«Obviamente -precisó- eso va a repercutir en las autopartes, en las PyMEs que proveen los insumos de las autopartes y es la parte que más nos preocupa, porque las PyMEs tienen menos espaldas económicas para soportar el excedente de personal».
Sobre la cantidad de trabajadores que resultan afectados por el cierre de un turno, el gremialista puntualizó que «son alrededor de 1.100 a 1.300 compañeros», no obstante aclaró que «cobrarán un porcentaje de su salario durante las suspensiones».
El sindicalista admitió que tuvieron despidos como en la empresa Carraro de Haedo donde «tuvimos que tomar la fábrica y ahora estamos con una conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo».
Acerca de si dialogaban con el gobierno nacional por los problemas de la Industria, Manrique destacó que «hay buen diálogo, pero el desafío más importante que tenemos ahora como herramienta para sustituir lo importado por lo nacional es que se apruebe cuanto antes la ley de autopartismo que presentamos en el Congreso Nacional».
«Es una ley -dijo- que establece llegar al cabo de 10 años a un 50 ó 55% de componentes nacionales en los vehículos que se fabriquen en el país. En lo primeros cuatro años llegar al 35%; en los cinco años a un 40; a los ocho un 45 y a las 10 entre el 50 y 55%».
Al respecto afirmó que «para nosotros es una ley fundamental porque va a obligar a las casas matrices a que todos aquellos proyectos de modelos nuevos deban tener un contenido nacional importante, aunque sabemos que no va a dar frutos inmediatos porque es una ley a 10 años».
«Sí va a ser un dique de contención en lo inmediato para que se dejen de desnacionalizar autopartes, porque cada punto que crezca el porcentaje de las piezas de contenido nacional genera entre 5 y 6.000 puestos de trabajo», subrayó.
En ese sentido destacó que la «empresa Toyota está aplicando en los vehículos que fabrica en el país, un porcentaje superior al 35% de autopartes nacionales.»
Ante la situación, Manrique pidió «que el Estado Nacional se involucre más en los problemas, tratando de poner a disposición herramientas que se utilizaron en el pasado como los REPRO o herramientas nuevas, como créditos blandos para las empresas que necesitan tecnificarse y poder crecer».
Finalmente, indicó que «acá hay una cuestión central que esperemos el Estado evalúe: toda la expulsión de trabajadores en el ámbito estatal hay una sola forma de absorberlos en el mercado laboral, que es impulsando las industrias».