Durante 2016 aumentó la precariedad laboral en la Ciudad de Buenos Aires, en especial entre los jefes de hogar y las mujeres, en un contexto de incremento de la tasa de desocupación, del 6,8% al 8%; y de la subocupación, del 8,6 al 9,2%.
De acuerdo al Informe Laboral de la Dirección de Estadisticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires del cuarto trimestre de 2016, en los hogares porteños, el 75,5% tiene como jefe de hogar a un trabajador asalariado. Y en esos hogares, en un año, subió del 21,2 al 25,5%, la precariedad laboral porque no tienen descuentos jubilatorios.
“Poco más de 1 de cada 4 hogares con jefe asalariado se encuentra en condición de precariedad, es decir al jefe no le realizan descuentos jubilatorios y tampoco hacen aportes por su cuenta. Esa proporción asciende del 23,5% al 29,4% para los hogares en los que el jefe es el único miembro ocupado”, dice el Informe porteño.
También “aumentó el peso de los que están en condición de precariedad” entre la población asalariada en general, “es decir de los que no les efectúan descuentos jubilatorios y tampoco aporta por sí mismo a la Seguridad Social (27%), especialmente entre las mujeres”.
Esta situación de precariedad se trasladó al sistema de salud, porque también aumentó el número de hogares cuya cobertura depende exclusivamente del sistema público. Aumentó del 18,8% al 22% de los hogares. Para todos los integrantes de la familia aumentó del 10% al 11,2% y para al menos uno de ellos, del 9,5% al 10,8%. En tanto aumentó del 8,8% al 9,8%, el porcentaje de los hogares con la totalidad de sus miembros con cobertura voluntaria a través de una prepaga.
En consecuencia, disminuyó del 60,3% al 55% la cobertura de salud del sistema de seguridad social del trabajo registrado.