Nadie oficializó la convocatoria que había anticipado Sergio Massa al asumir. No hubo comunicación con los dirigentes sindicales. Debería ser esta noche y el objetivo era recomponer los ingresos. Gabriela Cerruti ahora dice que «están trabajando» en eso.
«El jueves de la semana que viene a entidades empresarias y de trabajadores a los efectos de asegurar un mecanismo que permita recuperar ingresos en trabajadores del sector privado», había anunciado Sergio Massa al hacer sus primero anuncios como Súper Ministro de Economía.
Ese día es hoy y, hasta ahora, nadie del Gobierno Nacional oficializó ningún tipo de convocatoria. Reina la falta de certezas y ya hay escepticismo sobre la realización efectiva de la cita que debía reunir, de mínima, a la CGT y a la Unión Industrial Argentina (UIA).
«Yo creo que no hay nada hoy», blanqueó a InfoGremiales una fuente importante de la comunicación oficial que no tenía esta mañana ningún tipo de conocimiento respecto de la cumbre.
Entre los dirigentes gremiales, que empiezan a bajar su optimismo inicial por la llegada de Massa, no hubo ninguna señal clara. De hecho, la comunicación con el ministro y su entorno es casi nula y en pleno retroceso.
El primer ruido respecto de la cita lo había generado el propio Alberto Fernández. «Vamos a convocar a empresarios y sindicalistas para alinear precios y salarios por los próximos 60 días», había afirmado el presidente el martes en un acto con el esbozo de una «política» que no se sabía si se sumaba o si se superponía con la propuesta por Massa.
Para terminar de «empiojar» la situación, esta misma mañana la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti acotó: «El Presidente y el Ministro de Economía están trabajando en esa convocatoria, en las medidas, en los términos y en los alcances, y cuando estén disponibles las van a conocer», respondió ante la consulta de un periodista.
Además sostuvo que «se analizan todas las medidas posibles que apunten al crecimiento», respecto de la implementación de un bono para reforzar los ingresos. E insistió que la intención del Gobierno es que «los salarios vayan por encima de la inflación».