Fue el titular de la CGT oficial, Antonio Caló, quien remarcó como «desmedidos» los aumentos registrados en tarifas y alimentos y precisó que los anuncios formulados por el presidente Mauricio Macri el sábado «son un paliativo».
En el marco del encuentro celebrado ayer en la sede cegetista de Azopardo 802, Caló explicó que la reunión «fue un encuentro cordial, donde los obispos nos invitaron a concurrir a la Semana Social de la Iglesia y del que vamos a participar».
Tras destacar que «en esa semana Social los compañeros del movimiento obrero van a exponer sobre distintos temas», Caló explicó que en la reunión de hoy conversaron de «los problemas que hay en el país, de la falta de trabajo y de un flagelo como es la droga».
Asimismo, indicó que coincidieron «en el reencuentro de los dirigentes gremiales, como pidió el papa Francisco, camino que estamos transitando, de la marcha del 29 de abril y del 22 de agosto, que haremos el Congreso Normalizador para que haya una sola CGT».
Sobre la unidad, Caló manifestó que «el país la necesita y los trabajadores la están pidiendo» y al ser consultado sobre si los unía el amor o el espanto, respondió que «a veces el amor y a veces el espanto».
Luego de destacar que «el 22 de agosto habrá nueva conducción en una CGT unificada», Caló se manifestó partidario de «un solo secretario general, porque cada vez que elegimos una conducción colegiada no funcionó».
Además de Caló participaron el titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, Sergio Palazzo (bancarios), Juan Carlos Schmid (CATT), Gerardo Martínez ((Uocra), Andrés Rodríguez (UPCN), Gerónimo Venegas (rurales) y en representación de la CGT Azul y Blanca que conduce Luis Barrionuevo, lo hicieron los dirigentes Juan Martini (tabaco) y Luis Cejas (viajantes). También estuvieron presentes Hugo Yasky por la CTA de los Trabajadores y Ricardo Peidró por la CTA Autónoma.
En representación de la Iglesia Católica estuvieron los obispos Jorge Casaretto y Fernando Maletti; los sacerdotes Adalberto Odstricil y Jorge Lagazio; y el laico Emilio Inzaurraga, presidente de la comisión de Justicia y Paz.
Durante el encuentro, la Pastoral Social invitó formalmente a las centrales obreras a la tradicional «Semana social» que organiza todos los años en Mar del Plata, y que en esta edición se realizará entre el 20 y el 22 de mayo en un hotel sindical de la ciudad balnearia, con el lema «Queremos ser Nación. Necesitamos ponernos la patria al hombro».
Según le dijeron los sindicalistas a los representantes de la Iglesia, la «Semana social» será un «espacio oportuno para seguir gestando la unidad de los trabajadores», indicaron a Télam fuentes que participaron del encuentro.
Además, la Pastoral Social invitó a las centrales obreras a participar de un momento de oración «por todos los trabajadores», que se realizará el 2 de mayo en la sede nacional de la Acción Católica, con motivo de celebrarse el 1° de mayo el Día del Trabajador.
En cuanto a la «Semana Social», se transmitió que los objetivos de la Iglesia son «realizar aportes para mejorar la calidad de vida democrática, generar un espacio de diálogo y encuentro con el objetivo de generar aportes y propuestas que busquen el desarrollo integral y promuevan el bien común», así como «promover un espacio federal de intercambio entre los distintos sectores, que permita discernir una agenda común de prioridades».
Para ello, durante los tres días que dure el encuentro, se realizarán mesas de debate y conferencias con los siguientes ejes: marginación y pobreza, derecho a la educación, administración de justicia, dignidad del trabajo, custodia de la tierra, y familia y techo.