El ajuste también llega al Ministerio de Agroindustria. La cartera agrícola encabezada por Ricardo Buryaile recibiría en 2018 una suma de 17.283 millones de pesos, monto que representa una reducción del 3,4 por ciento en relación al presupuesto de este año.
En el proyecto, el gobierno explica que “el sector agropecuario y el de la construcción han liderado el crecimiento”, y destacan medidas de corte macroeconómico que desde su perspectiva impulsaron el desarrollo de la agroindustria, como la eliminación del cepo cambiario y la quita retenciones a las exportaciones granarias.
No hay que perder de vista que este presupuesto se asigna en el marco de una estrategia que apunta a reducir el déficit fiscal y “achicar” el Estado, una idea que obsesiona al presidente Mauricio Macri.
Esta bajada de línea llegó a la cartera agrícola nacional, que cierra secretarías y delegaciones en todo el país, como el caso de Agricultura Familiar y reforma programas que durante años demostraron su valía.
Representantes gremiales del INTA ya se muestran preocupados por el impacto que el ajuste podría tener en el organismo. Para el próximo año, y de aprobarse este presupuesto, el escenario para esta entidad podría ser de congelamiento de vacantes, retiros voluntarios, cancelación de becas y profesionales que no podrán finalizar con sus doctorados.