El gigante siderúrgico Acindar afronta una fuerte caída de la producción de entre 35 y 40 por ciento en los últimos meses. Las plantas están paralizadas y prevén parates mensuales para el resto del año. En paralelo los siderúrgicos reclaman actualización salarial porque cobran lo mismo que en noviembre. Actualmente ya hay 1700 trabajadores con contrato suspendidos. Hay bloqueos en ingresos.
Trabajadores de la importante empresa metalúrgica Acindar denunciaron que la empresa está presionando a los trabajadores para “forzar un acuerdo de suspensiones a la baja” para los más de 3.000 trabajadores. Actualmente esto se cumple para los 1700 que figuran como contratados de la Rama 17 y esto ya representaba un conflicto.
La empresa siderúrgica del Grupo ArcelorMittal, que llega a todo el mundo, se encuentra en Argentina con volúmenes de producción por debajo de la capacidad instalada. Se calcula que el ritmo productivo bajó entre un 35 y un 40% en los últimos meses y la empresa resolvió frenar durante un mes la actividad en cuatro fábricas del país.
Esto generó una escalada de la conflictividad y medidas de fuerza en las sedes de Villa Constitución (Santa Fe), San Nicolás (Buenos Aires), La Tablada (Rosario) y Villa Mercedes (San Luis). Los trabajadores ya venían reclamando por los salarios atrasados y las suspensiones de los contratados.
Entrevistado por AM750, Christian Miguez trabajador de Acindar desde hace 20 años y miembro de la Comisión Interna, explicó sobre el conflicto que “lamentablemente, la cuestión se empieza a agravar». «Hay 1700 suspensiones. Hay compañeros bloqueando el ingreso, es un clima tenso
Y reclamó: “No buscan el consenso, como debería ser, ni presentar el programa de producción y documentación que avale esta crisis que están planteando. Entendemos que hay una caída de la producción, pero las ganancias de los últimos años les dan más que espalda para sostenerlo”.
“Venimos con reducción salarial sobre la base de baja de turnos. De hecho estamos llevando adelante el tercer paro de esta semana. Seguimos con los salarios de noviembre”, añadió.
Por eso, no dudó en denunciar: “El avance de las patronales es terrible. Estamos con mucho diálogo con los compañeros, porque están metiendo demasiada presión a través de cuestiones que son ilegales. Como dar vacaciones de prepo o no permitirte ingresar al establecimiento. Todo para forzar un acuerdo de suspensión a la baja”.