La conducción de la CGT y los referentes de los movimientos sociales ratificaron la movilización de mañana hacia el Congreso Nacional, en reclamo de la sanción de una Ley de Emergencia Social y Laboral e informaron que los trabajadores se concentrarán a partir de las 14 para participar en el acto central dos horas después.
En una conferencia de prensa ofrecida ayer por ambos sectores, en el cuarto piso de la sede sindical de Azopardo al 800, Juan Carlos Schmid, uno de los integrantes del triunvirato obrero, aseguró que las columnas de gremios y los movimientos sociales marcharán hacia el Congreso «en dos vertientes»: desde los cruces de las Avenidas de Mayo y 9 de Julio y desde Belgrano y Entre Ríos.
Schmid aseveró que participarán todos los gremios confederados en la central obrera y, ante una consulta respecto de la posibilidad de que el Ejecutivo vete la norma -de ser aprobada en el recinto- el dirigente gremial sostuvo: «el gobierno es dueño de sus actos y de sus errores, como ocurrió con la Ley Antidespidos».
«Si ello ocurriese, se desconoce aún la medida del costo político que pagaría el Ejecutivo. La Argentina necesita generar trabajo y, el gobierno, no acierta todavía a dibujar un horizonte», afirmó.
Ayer mismo el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, afirmó que «si se pudieran crear» puestos de trabajo por ley «sería todo más fácil», pero «esa no es la solución», aunque ratificó que el gobierno «está abierto al diálogo con las organizaciones sociales y la CGT».
Peña se refirió así al proyecto de Emergencia Social que impulsan las organizaciones populares y la central obrera, y dijo que «se avanzó mucho en la protección de los más vulnerables».
Schmid, también titular de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (Catt) y de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra), puntualizó que «el gobierno debe escuchar. Este año ya se movilizaron más de 500 mil trabajadores. Las expectativas volcadas a la sociedad no se cumplieron. Es preciso reducir la tensión social».
El dirigente marítimo también ratificó que la CGT nunca descartó «un paro general», aunque explicó que su estrategia fue volcar «la carga sobre el Ejecutivo y correr el telón para que se visibilice de forma clara quiénes son los verdaderos dueños del país, los poderes concentrados, un sector que no presta colaboración».
El sindicalista aseveró que la marcha del viernes será «un nuevo llamado de atención para el gobierno, porque un tercio de pobres en el país no beneficia ni a los ricos ni a esos pobres».
En la marcha participarán la CGT, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep), entre otros movimientos sociales; la Confederación General Económica (Cgera), la Federación Económica de la Ciudad de Buenos Aires (Feciba) y la Asociación Bancaria (AB), que encabeza la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) de Sergio Palazzo y se concentrará desde las 14.30 en Reconquista y Sarmiento.
«La política económica debe cambiar. Emergencia Social y Laboral ya. El viernes, los bancarios se movilizarán solidarios por ellos mismos con los trabajadores de la economía social y la CFT», señaló la convocatoria del gremio y de ese espacio sindical.
Otro integrante del triunvirato cegetista, Carlos Acuña (estaciones de servicio) aseguró en la conferencia de prensa que en caso de veto presidencial de la Emergencia Social y Laboral «se produciría un acto contradictorio del gobierno, porque el Congreso bonaerense la declaró en esa provincia con la ayuda de todos».
Por su parte, los referentes de las entidades sociales coincidieron en señalar que se sienten «parte» del movimiento obrero y explicaron que la sanción de la norma «es necesaria para generar un paliativo en beneficio de millones de informales».
«Debe haber una agenda para los humildes, porque hay dos o tres líneas de pobreza. Este año fue muy malo. Es preciso ofrecer una señal desde la calle al gobierno y al Congreso», puntualizaron.