La Corriente Federal de Trabajadores (CFT) que lidera el bancario Sergio Palazzo decidió, en un plenario nacional realizado en Santa Fe el sábado, iniciar conversaciones con todos los espacios sindicales, de la economía popular, las entidades patronales y nucleamientos opositores como «un aporte y contribución a la unidad de los trabajadores en una única CGT, que deberá incluir a sus delegaciones regionales y a trabajadores de la economía popular».
En un documento titulado «Declaración de Santa Fe», referido a «la unidad y la emergencia nacional», ese espacio gremial rechazó las políticas oficiales y ratificó «la necesidad de que los trabajadores con o sin empleo formal, sindicalizados o en proceso de agremiación en la economía popular confluyan en una única CGT».
Los dirigentes sindicales, señalaron que se impone «una convocatoria precisa que incluya una reforma del Estatuto de la central para garantizar la participación activa de las delegaciones regionales en el consejo directivo y los cuerpos deliberativos, incorporando orgánicamente a los trabajadores de la economía popular y reincorporando a los gremios que desean regresar».
«A partir de la superación de su actual inmovilidad, el consejo directivo de la CGT debe asumir sus responsabilidades, abandonando roscas estériles y diálogos improductivos y adoptando decisiones que limiten la agresión del gobierno -asociado con los grandes empresarios en contra de los trabajadores y los sindicatos- para exigir el cese del cepo a las paritarias y el control de los formadores de precios», señaló.
También explicó que el objetivo es «el funcionamiento orgánico y democrático de la CGT con la elección de una nueva conducción, respaldada por la unidad respecto de un plan de acción que promueva un programa en defensa de paritarias libres, un mercado interno fuerte, la protección de la producción, el rechazo a los tarifazos y el resguardo del sistema de salud y previsional».
«Es imperioso que la denominada oposición se articule alrededor de un programa claro y concreto de emergencia nacional para superar un derrotero que empuja al caos y el quebranto, retrotrayendo al país a circunstancias aciagas. No nos guía un afán partidista sino las urgencias de los trabajadores», señaló.
La CFT, que conducen Palazzo (bancarios), Héctor Amichetti (gráficos) y Horacio Ghilini (docentes privados), reclamó «pasar a la iniciativa» y exigió al Congreso Nacional que considere el programa de 27 puntos de ese espacio gremial, de forma oportuna presentado, en previsión de «la inexorable crisis que sobrevendrá cuando los prestamistas ya no lo hagan ante la duda de cobrar».
La Corriente, entre cuyos principales oradores se destacó el secretario general de la filial bancaria santafesina y de la CGT provincial, Claudio Girardi, reclamó al Congreso que legisle sobre «la emergencia nacional económica y laboral, la garantía de un salario mínimo universal, la eliminación de las tercerizaciones, la derogación de la reforma previsional y la revisión del tarifazo y el establecimiento de valores regulados por el poder del Estado».
También exigió a los legisladores «una revisión de la reforma tributaria, que paguen quienes más ganan y que se reevalúe la coparticipación federal, estableciendo un nuevo pacto fiscal».
Por último, la CFT se pronunció en defensa de las economías regionales, la producción y la industria nacional» y exigió al Parlamento regulaciones financieras que protejan «el ahorro de los argentinos y las inversiones productivas y un adecuado control del Banco Central (BCRA)», a la vez que solicitó «un régimen estadístico administrado por una comisión bicameral, que incluya el seguimiento público de la estructura de costos de la producción y comercialización de los insumos, bienes y servicios».