La Televisión Digital Abierta (TDA) vive un momento clave. Es que desde diciembre no hay una decisión de continuar con esa política que consiste en un servicio público, gratuito, libre y de calidad que promueve la diversidad de contenidos federales y garantiza el derecho a la información.
La TDA que se pensó como política de inclusión igualitaria y universal para el acceso a los medios y a las nuevas tecnologías, hoy está en proceso de vaciamiento.
Sus trabajadores dieron a conocer que «se detuvieron las obras para la instalación de nuevas antenas transmisoras (de 32 pendientes, solo se completaran 8), se siguen despidiendo trabajadores, se frenaron las obras para las nuevas instalaciones domiciliarias, no se están pagando los servicios de instalación doméstico y se suspendió la distribución nacional de equipos receptores para los beneficiarios del Plan de Acceso Mi Tv Digital».
Los mismos empleados señalan que en relación a los contenidos, «se han empezado a caer algunas señales y se frenaron las tareas para incluir otros canales».
Por ello remarcan que «de cara al apagón de las señales analógicas previsto para el 2019 urge la necesidad de continuar con las tareas para la inclusión de toda la población frente al cambio tecnológico. Todos los países del mundo se enfrentan a ese desafío, Argentina también debe afrontarlo».
«Hacemos un llamamiento a los 4.000.000 de usuarios que la TDA tiene en todo el país y a la población en general que tiene a su disposición este servicio, para repudiar este avasallamiento sobre el derecho de acceder a la comunicación y reclamar por los puestos de trabajo que se van perdiendo», concluyeron.