Trabajadores de la central nuclear Atucha protestan y cortan caminos en la localidad bonaerense de Zárate contra el ajuste de Javier Milei que provoca la suspensión de obras en estado avanzado relativas al reactor CAREM. Exigen la continuidad de los puestos de trabajo en medio de promesas de una nueva tanda de despidos.
En la persecución del objetivo de déficit cero, el Gobierno recortó obras públicas que, en el caso de Atucha, estaban en estado muy avanzado. Esta suspensión promete cargarse con unos nuevos 180 puestos de trabajo y esto genera las protestas que actualmente cortan caminos en Zárate.
“Lamentablemente, no estamos bien. Estamos en un plan de lucha. Es un proyecto donde hay mucho trabajo para hacer. Es una lástima que no se continúe”, dijo el trabajador Gustavo Ceballos a la AM 750 sobre las obras que están terminadas en un 70 por ciento.
Y añadió sobre el ajuste y las promesas de despido: “Lo hacen porque quieren paralizar todo lo que es obra pública. Y no saben que está avanzado el proyecto. La protesta en este momento es que lo único que queremos es tener continuidad”.
En abril, la gestión Milei ya había despedido a 160 de los 600 trabajadores de la construcción destinados al proyecto de reactor nuclear CAREM, un elemento clave para conseguir la soberanía energética que el Gobierno prefiere coartar y vender.
De hecho, la obra permite generar energía eléctrica hasta los 32 megavatios, suficiente para abastecer a una población de unos 120 mil habitantes, es altamente apto para brindar servicios en zonas alejadas de los centros urbanos y es fácilmente replicable.
Cabe recordar que la obra y el proyecto del reactor están a cargo de la empresa pública Nucleoeléctrica Sociedad Anónima, que figuraba en el listado de empresas a privatizar de la fallida ley ómnibus, devenida en una menor Ley Bases.