La Junta Interna de ATE-Senasa decidió ayer una ocupación pacífica de las instalaciones del organismo ante lo que consideran una intervención por parte del gobierno, el peligro de vaciamiento de sus políticas y posibles despidos de personal.
Los trabajadores señalaron que, «frente a los cambios arbitrarios y unilaterales que han ocurrido en las últimas horas del pasado viernes en la conducción» del organismo, se asiste a «una intervención en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria en el marco de la, ya en marcha, tercera reforma del Estado».
Al respecto, la representación gremial destacó que «esta intervención viene con la intención de achicar un Servicio Nacional que tiene a cargo funciones esenciales y de interés nacional, como lo son el control y erradicación de enfermedades animales transmisibles al ser humano, el control de plagas, y la garantía de sanidad y calidad de los alimentos que consumimos y exportamos al mundo».
Según informaron desde ATE, una de las funcionarias a las que se le pidió la renuncia es a la directora nacional del organismo, Rafaela Esber, quien se desempeña en el cargo -con alguna interrupción- desde hace más de 20 años. En tanto, el titular del organismo, con cargo de presidente, es Jorge Dillon.