En este sentido, la cartera encabezada por Carlos Tomada subrayó que, en el marco de las paritarias, pudieron acordarse incrementos en los salarios «equilibrados» entre la necesidad de los trabajadores de «sostener el poder adquisitivo del salario» y la de las empresas de «no afectar condiciones de sustentabilidad económica».
Además, sostuvo que esos aumentos representaron un aumento promedio «ponderado del 29,7%».
«Esto desmiente enfáticamente las visiones catastróficas agitadas por algunos sectores que anunciaban, por un lado, que el gobierno nacional impondría un techo a las paritarias, o, por el otro, que las negociaciones colectivas se desmadrarían con aumentos salariales siderales y una extensión masiva de la conflictividad laboral», afirmó el Ministerio de Trabajo en un informe pormenorizado sobre las convenciones firmadas durante 2014.
De hecho, remarcó que, «pese a las visiones dramáticas que dominaron los medios de comunicación, en el 2014 la negociación colectiva ha demostrado, por décimo año consecutivo, su capacidad para articular en forma consistente los intereses de trabajadores y empresas, en un marco de diálogo social fecundo».
El informe analiza un total de 19 acuerdos y convenios colectivos de los principales sindicatos.
«En un contexto económico más complejo, ya a principios de julio, se cerraron la mayoría de los acuerdos, en un marco de escasa conflictividad laboral», consignó y remarcó que el 2014 volvió a convalidar «el rol central que adquiere en el país la definición de las condiciones laborales a través del diálogo social entre trabajadores y empleadores».
«A pesar de que la negociación colectiva de este último año se desarrolló en el marco de una coyuntura económica con perturbaciones, los acuerdos se firmaron en un contexto general de reducida conflictividad laboral, con algunas excepciones», detalló el Ministerio.
En este punto, afirmó que los sectores que «siguen fogoneando» esas visiones «catastróficas» de la realidad, «olvidan, por lo menos, contextualizar el análisis en función de la evolución del salario real pactado en los convenios de los últimos años» y, también, «considerar el significativo crecimiento del poder de compra de los trabajadores» en ese período.
Por otro lado, el Ministerio puntualizó que el salario que surge de las paritarias habitualmente reconoce «una dinámica heterogénea, propia de la impresión otorgada por los respectivos actores sociales que forman parte de la negociación y condicionada también en parte, por las características del sector y los resultados obtenidos en cada actividad económica».
De esta forma, son diversas las formas que adquiere el incremento salarial definido en cada negociación y señaló, por caso, la fragmentación de los aumentos salariales en distintas etapas, la incorporación de sumas fijas de pago único, la modificación de los adicionales, y la creación de nuevas categorías laborales.
«Se observa que los acuerdos salariales alcanzados durante 2014 establecieron un aumento promedio ponderado del 29,7%, entre el valor final de los acuerdos del año pasado y el valor final de los acuerdos de 2014», consignó el Ministerio en su informe.
Destacó que «la negociación a través de paritarias se consolida como un método habitual y permanente para la canalización de las relaciones laborales entre trabajadores y empleadores».
Al presentar el detalle de los 19 convenios, consignó que «el aumento salarial, entre el valor final del acuerdo 2013 y el de 2014, aplicado con mayor frecuencia, se encuentra en el tramo comprendido entre el 27 y el 31%».
«En efecto, 12 de los 19 acuerdos analizados establecieron un incremento de esa magnitud y sólo una tercera parte estableció subas superiores al 31%», detalló el informe, que, entre esos incrementos, se contaron los de alimentación, camioneros, maestranza, químicos y sanidad.
En tanto, el análisis destacó que los tres sectores más importantes en términos de cobertura de trabajadores (comercio, construcción e industria metalúrgica) «definieron aumentos salariales cercanos al 30%», y precisó que «la gran mayoría de los sectores acordaron incrementos de remuneraciones por un plazo de 12 de meses, otorgando previsibilidad a los trabajadores».
El Ministerio consignó como común denominador la distribución de los aumentos salariales en etapas, la mayoría de ellos los repartió (17 sobre los 19) en dos y cuatro etapas, y tan sólo dos (bancarios y transporte de pasajeros) fijó el incremento de manera no fraccionada.
Resaltó que, en 12 de las 19 paritarias analizadas, se establecieron pagos «por única vez de sumas no remunerativas», en algunos casos como anticipo del acuerdo general o, en otros, para mejorar los ingresos de los trabajadores hacia fin de año.
«Esa suma extraordinaria se ubica, según los convenios, entre los 900 pesos (indumentaria) y los 7.100 (bancarios)», precisó.
Al concluir el informe, el Ministerio destacó que, «en la historia argentina, no se registra ningún otro período tan extenso de aplicación continua de esta institución laboral clave para el efectivo ejercicio de los valores democráticos en las relaciones laborales».
«Además de la inexistencia de pisos y techos (siempre anunciados y nunca concretados), es importante destacar la heterogeneidad de las paritarias en términos de resultados, procesos, estrategias y estructura que, por lo tanto, no admiten la simplificación y generalización con que se intenta presentar el funcionamiento cotidiano de las negociaciones entre empresarios y representantes de los trabajadores», postuló el análisis.
Por eso, insistió con que, «a pesar de los pronósticos sombríos que muchas voces levantaron, los incrementos salariales acordados libremente entre las partes fueron, en general, consistentes con el doble objetivo de mantener el poder adquisitivo de los trabajadores y no afectar la sustentabilidad económica de las empresas».