En lo que fue una shock para revertir la tendencia a la baja que dejó la administración de Mauricio Macri, por los aumentos de suma fija y el cierre de varias paritarias, los salarios formales registraron en enero un alza del 7,1% frente a una inflación del 2,3%. Eso representa una mejora del 4,7%.
El promedio salarial de los empleados formales fue de $ 53.070, un alza del 50,1%, pero una pérdida del 1,8% respecto de la inflación.
El incremento salarial corresponde al índice RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables) que registra los salarios de unos 10 millones de trabajadores con aportes a la Seguridad Social.
En enero el salario formal promedio bruto (antes de los descuentos de jubilación y salud) fue de $ 53.070, un alza del 50,1% frente a los $ 35.362 de enero de 2019. En esos 12 meses, la inflación promedio fue del 52,9%. Así, los salarios formales acumulan una pérdida del 1,8% respecto de un año atrás.
El salario neto o de bolsillo promedio de enero se reduce a $ 44.048, tras los descuentos del 17% para jubilación y Salud.
La suba del 7,1% es el más alto incremento mensual desde 1994 cuando comenzó a elaborarse el RIPTE, explicó diario Clarín. El anterior fue, con el 6,8% en marzo de 2011.
Por las mismas razones- aumentos de suma fija que proporcionalmente impactan más en los salarios más bajos y la firma de paritarias–, se descuenta que con una inflación promedio del 2%, en febrero el salario promedio será superior a la suba de los precios.