Sergio Massa tiene previsto juntarse en la semana con Juan Zabaleta y Fernanda Raverta para avanzar en la implementación del bono destinado a dos millones de personas. Es para paliar la situación de indigencia. Está en sintonía con el proyecto que había presentado Juliana Di Tullio.
El ministro de Economía, Sergio Massa, definirá esta semana junto a la titular del Anses, Fernanda Raverta, y el ministro de Desarrollo Social Juan Zabaleta el alcance de un refuerzo de ingresos para los indigentes.
El bono estará destinado a quienes no alcanzan a cubrir la Canasta Alimentaria y no perciben ningún plan de empleo ni ningún tipo de asistencia estatal; las primeras estimaciones calculan que en esa situación -la de los indigentes sin auxilio del Estado- hay por lo menos 2 millones de personas.
Massa confirmó el viernes, al dar a conocer la recaudación récord conseguida por el Estado con el dólar soja -o Programa de Incremento Exportador- que un porcentaje de los 8.123 millones de dólares que entraron al Banco Central será destinado al bono.
El acuerdo dentro del gobierno –básicamente entre la vicepresidenta Cristina Kirchner y Massa– es que el monto cubra el valor de una canasta alimentaria para un adulto, que hoy está en 18,3 mil pesos.
Se pagaría por tres meses. Si se concretara en estos términos de tres meses para dos millones de personas, insumiría alrededor del 9 por ciento de lo recaudado con el dólar soja.
El proyecto de Juliana Di Tullio
La senadora nacional de Unidad Ciudadana Juliana Di Tullio presentó hace algunas semanas un proyecto, en la misma sintonía, que busca reforzar los ingresos para ir contra la indigencia, una alternativa al salario básico universal que impulsan otros sectores del Frente de Todos.
Según la iniciativa ingresada este lunes en el Senado, la prestación sería equivalente a la canasta básica alimentaria -hoy en $15.057-, se actualizará cada 3 meses, será de carácter temporal y estima un costo fiscal de 0,44% para 2023 y un 0,09% para este año.
El objetivo es «garantizar el acceso a una adecuada alimentación de las personas que se encuentren en situación de extrema vulnerabilidad».
«Se prevé que alcance a 1 millón 700 mil adultos que estarían en condiciones de acceder al refuerzo. Este universo comprende al grupo de personas adultas que, además de no tener trabajo registrado, no perciben ninguna prestación, jubilación, ni plan social y no cuentan con ningún bien», resalta el proyecto de la senadora cercana a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Di Tullio estipuló en su propuesta que «podrán inscribirse las mujeres de entre 25 y 59 años y varones de entre 25 y 64».
«Así se busca cubrir a la franja etaria que no está alcanzada por otros programas sociales entendiendo que las personas que quedan por fuera de ese rango pueden acceder a AUH y Progresar o ya han cumplido la edad jubilatoria y por lo tanto se presume que tienen cubierta la canasta básica alimentaria», afirma la iniciativa.
Además, se establece que el beneficio será de carácter temporal y se otorgará por un año con la posibilidad de renovación en cuanto se pueda verificar que las condiciones de vida de la persona siguen siendo las mismas.