Luego de dos postergaciones seguidas, el consejo directivo de la CGT fue convocado para hoy, en un encuentro que despierta muchas expectativas por las tensiones internas que quedaron entre los líderes sindicales a partir del acuerdo alcanzado con el Gobierno para que los trabajadores del sector privado perciban un bono de fin de año de 2 mil pesos.
Mientras los gremios dirimen esas diferencias, los integrantes del triunvirato que manda en la CGT (Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña) se ocuparon de salir al cruce de las declaraciones del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quien deslizó la posibilidad de que el bono podría pagarse en cuotas.
«Eso no fue lo acordado», señaló Héctor Daer con energía frente a la prensa.
El encuentro en el que volverán a verse las caras -dialoguistas e intransigentes- tras este receso de veinte días, se desarrollará a partir de las 14 en la sede de Azopardo 802, según confirmaron, entre otros, José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Argentino Geneiro (Gastronómicos).
Más allá de algunas recriminaciones puntuales entre algunos dirigentes, existe un consenso dentro del consejo directivo de la CGT de, ante todo, poner paños fríos, esperar a que se defina el tema de los bonos –incluidos los trabajadores estatales– y seguir «fortaleciendo la unidad» lograda el 22 de agosto.
En su momento Pablo Moyano y la Corriente Federal de Trabajadores fueron quienes mayores críticas esgrimieron sobre lo pactadom e incluso pidieron desde los micrófonos explicaciones de la indefinición sobre el paro general.
Además el hijo mayor de Moyano puso en duda su continuidad en la central obrera y hasta amagó con llevarse una porción de los gremios que entró en la unidad desde la CGT Azopardo que lideraba su padre.
Con el tiempo que trajo algo de calma, el cónclave de hoy servirá para aunar criterios de cara a un fin de año que tiene a cada uno tratando de viabilizar el bono en su actividad.