Mario Russo presentó este jueves su dimisión y dijo que responde a motivos “estrictamente personales” aunque InfoGremiales supo que le pidieron que lo hiciera. Su sucesor, Mario Lugones, estuvo a cargo del Sanatorio Güemes desde donde tejió una alianza estratégico con Luis Barrionuevo.
El ministro de Salud, Mario Antonio Russo, renunció a su cargo en el Gobierno Nacional. Su dimisión fue presentada formalmente este jueves y, según confirmar InfoGremiales, la determinación fue tomada en base a un pedido del «triángulo de hierro».
De esta forma, el funcionario dejará de formar parte del Poder Ejecutivo, a cargo del presidente Javier Milei. Así, desde la Oficina del Presidente confirmaron que su remplazo será un viejo conocido del ámbito gremial: Mario Lugones.
“A lo largo de su carrera, fue jefe de clínica de la Unidad Coronaria del Sanatorio Güemes, además de médico cardiólogo de Praxis Médica, de la Fundación Favaloro, del Sanatorio Malvinas, entre otros. A su vez, se desempeñó como director del Instituto Médico de la Seguridad Social y Evaluación Tecnológica (IMSSET) de la Facultad de Medicina de la UBA y fue director de la Maestría de Gerenciamiento de Sistemas de Salud de la UBA”, sostiene el comunicado oficial.
Hasta ahora Lugones hizo las veces de hombre fuerte de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), aunque formalmente solo era un asesor del gobierno nacional. Históricamente la SSS es un organismo clave y necesario para la distribución de los fondos de las obras sociales sindicales.
De hecho y hasta ahora, gracias a Lugones el gastronómico logró influencia en la toma de decisiones en lo que tiene que ver con los fondos de salud sindicales en la gestión Milei.
Lugones es director y socio del Sanatorio Güemes, propiedad de Enrique «Coti» Nosiglia y Luis Barrionuevo. Su hijo es Rodrigo Lugones, socio de Santiago Caputo y Guillermo Garat en la consultora Move. El trío de consultores se quedó con los principales resortes económicos del gobierno.