Hace poco más de diez días, el legislador porteño Gustavo Vera reveló que su amigo el Papa Francisco estaba “sorprendido” y “preocupado” por la cantidad de despidos que hubo el mes pasado en Argentina. Además, en esa oportunidad, dijo que Francisco se había mostrado disconforme con las medidas antiimgración impulsadas por el Gobierno de Mauricio Macri.
El presidente de la fundación La Alameda había hecho esas declaraciones tras reunirse con el Sumo Pontífice en su residencia de Santa Marta, en el Vaticano, adonde viajó para participar del Coloquio por la Paz Mundial junto al senador Fernando “Pino” Solanas.
“Está muy al tanto de la situación social en Argentina, que ciertamente es muy crítica, porque le llegan los informes que envían las Arquidiócesis, que son bastante contundentes”, explicó Vera.
Las declaraciones del legislador porteño (conocido como “el legislador del Papa”) señalaron que el religioso está preocupado también por la pérdida de puestos de trabajo. “El Papa está sorprendido por la cantidad de despidos que ha habido en enero, no es algo común en Argentina que en enero tengas tantos despidos”, declaró e hizo preocupar a la gestión de Cambiemos que comenzó a tender puentes para bajar la tensión.
Por ello, en las últimas horas se conoció que el Papa recibirá en el Vaticano al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, el próximo 27 de febrero. El encuentro tendrá un carácter privado -como el que ambos mantuvieron en junio del año pasado en la residencia de Santa Marta- y será la primera reunión del año entre el Pontífice y un miembro del Ejecutivo nacional.
La reunión se dará, además, algunos días antes de la movilización convocada por la CGT hacia el ministerio de Producción para el próximo 7 de marzo, que se descuenta tiene el guiño papal para tratar de frenar la ola de cesantías en el sector industrial.