Sin ánimo para una interna, pero con una discusión que se tensó al máximo desde la pata gremial, el peronismo porteño firmó una tregua. Andrés Rodríguez y Víctor Santa María mantienen lugares con fuerte influencia.
El Movimiento Evita y el sector del secretario General de UPCN Andrés Rodríguez pretendían disputar la presidencia del partido que dirige Mariano Recalde, en acuerdo con los referentes históricos del PJ porteño Juan Manuel Olmos (NEP) y Víctor Santamaría (PxC). Para eso postulaban al ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, Juan Manuel Abal Medina, que trabaja en el Evita.
Al filo del cierre de listas, con fuerte presión de la pata gremial, hubo acuerdo y el senador camporista será reelegido como la máxima autoridad del PJ en la Ciudad, el distrito más esquivo para el peronismo.
La relación entre los socios políticos, sin embargo, no termina de ser la mejor.
El ecumenismo peronista en la Ciudad -que en las últimas elecciones postuló a Leandro Santoro- se aprecia especialmente en las vicepresidencias.
La primera será para la exministra de Trabajo Kelly Olmos, que forma parte del NEP, que dirige el titular de la Auditoría General de la Nación Juan Manuel Olmos.
El evitista Abal Medina se quedará con la segunda y Jorge Meneses, referente de PxC, se quedará con otra. De todos modos, hasta última hora persistían las dudas, porque el artículo 51 bis de la carta orgánica del partido establece que en las listas tienen intercalarse a mujeres y varones.
El secretario general de los estatales, Rodríguez, liderará la lista de congresales nacionales, la secretaría general del Consejo Metropolitano será para el camporista Javier Andrade y la presidencia del Instituto de Formación Política quedará para Juan Manuel Valdés, de la agrupación Bicentenario. La pelea por las comunas fue más álgida.
La conducción del PJ había amenazado con impugnar la candidatura de Abal Medina, porque se afilió el mes pasado al partido en la Ciudad, aunque tenía antigüedad a nivel nacional y en la Provincia.