«No nos dejaron alternativas ante las amenazas de despidos. Es como el chiste del prisionero que está condenado a muerte y acepta el ´dunda dunga´», dijo con ironía Martínez. En declaraciones a Radio 10, el dirigente sindical advirtió que los trabajadores fueron «víctimas de una extorsión por parte del Gobierno nacional» y reconoció que el acuerdo firmado significa «un recorte de nuestro salario y una pérdida del poder adquisitivo».
«La gobernadora (Rosana Bertone) venía siendo obsecuente con las políticas del Gobierno Nacional pero en esta circunstancia e hizo una convocatoria para defender los puestos de trabajo», dijo. Sobre el acuerdo, reconoció: «Hemos sido presionados para reducir un 30% nuestros salarios actuales».
«No hay trabajo. Encabezamos los niveles de desocupación del país», dijo Martínez en referencia a la situación social de Tierra del Fuego, y advirtió que «el anuncio de modificar las protecciones arancelarias hacía que la totalidad de las fábricas cerraran sus puertas, por lo que no hay alternativas laborales».
«Durante los años 90 fuimos condenados a no tener paritarias hasta 2004», recordó.
El Gobierno nacional, el de la provincia de Tierra del Fuego, los fabricantes de terminales electrónicas y la Unión Obrera Metalúrgica firmaron este lunes un acuerdo de competitividad que, entre otros puntos, congela los salarios hasta junio de 2020, a cambio de poner freno a despidos y suspensiones en esa industria.
El convenio, además de las cláusulas laborales, apunta también a mejorar los índices de productividad y bajar los precios de la tecnología para los consumidores, en un sector industrial muy afectado por decisiones oficiales.